miércoles, 10 de octubre de 2012

Daniel se sometió a la autoridad.


La Orotava, Tenerife, 10/08/2012.

Daniel se sometió a la autoridad.

A Daniel le toco vivir un periodo en la historia de su vida bastante convulsivo, terrible para un joven de apenas 17 años. Tuvo que ver con sus propios ojos, como el hombre más poderoso de la tierra del mundo conocido, invadía a su amado pueblo Israel, matando a sus hermanos judíos, destruyendo la ciudad que para el, era una de las cosas más santas de este mundo, profanando los sacrificios y lugares del templo en Jerusalén; Llevando cautivos a sus parientes, personas que hasta ese momento disfrutaban de la libertad a la que todo ser humano tiene derecho. Sufrió la separación de sus más allegados y en cuestión de minutos, Daniel ya había cambiado de Rey, de ciudad y de familia;  Pasó de ser un joven que gozaba de plena libertad a ser un prisionero sin derechos a las ordenes de un tirano, cuya única ambición y motivación era la grandeza de su propio nombre.

Observo como los rituales sagrados eran interrumpidos, vio con sus propios ojos como los mandamientos hechos por Jehová  no se cumplirían. De manera dolorosa tuvo que soportar no poder ver el fuego del altar arder para la consumación del sacrificio continuo, mandamiento perpetuo al que él y sus padres habían cumplido seguramente desde temprana edad. Su celo por Dios y sus rituales pasaron de lo habitual a lo imposible, derrumbándose en minutos todo lo que sus antepasados le habían enseñado. ¡Un solo hombre había roto el mandamiento del Dios altísimo! ¿Cómo puede digerirse todo lo anterior sin que esto nos amargue la existencia?

Daniel tenía muy claro que todas las circunstancias en la vida del creyente no son producto de la llamada casualidad, que cada paso doloroso, por más inexplicable que este sea, tiene su respuesta en el Altísimo Creador. Pudiendo entender que si todo aquel sufrimiento que le estaba tocando vivir a él y a su pueblo estaba bajo la mano soberana de Dios. Es este joven el que propone en su corazón, junto a sus compañeros no adaptarse a las costumbre de los paganos Babilónicos, manteniéndose alejado de toda contaminación, con la única razón de honrar a ese Dios al cual creían. Podían retener su integridad física y doblegar su cuerpo. Pero jamás doblegarían sus convicciones espirituales, imposible era que encadenaran su fe.

Se sometió al entrenamiento que tenían preparado para él y junto a sus colegas sobresalieron del resto. Fue parte de la solución y no del problema cuando Nabucodonosor soñó, e interpreto lo imposible. Porque sabía que con esa actitud estaba honrando a su Dios. Sirvió fielmente a tres gobernantes de forma consecutiva, desempeñando cargos de suma importancia, recordemos que él era primer ministro de la corte del emperador. No demostró ningún rencor ni sentimiento vengativo hacia aquellos que le habían arrebatado todo en su juventud. Fue ejemplo de rectitud apegándose a las leyes y edictos, solo si estos no estuviesen por encima de las leyes divinas. Practicó la oración sincera y constante, realizándola tres veces al día, a pesar de las oposiciones de sus enemigos, porque lo primero en su vida era estar del lado del Dios justo.

Esperó pacientemente el cumplimiento de los 70 años de cautividad, aceptando una vez más las promesas que Dios había hecho a su pueblo, reconociendo que todo aquel grande mal que había venido a Israel era a causa de sus propios pecados. Intercedió por ellos confesando a Dios todas las maldades haciéndolas suyas.

Dios premio la actitud de este hombre santo que dijo “Dios quita reyes y pone reyes”Dan_2:21  Y Él cambia los tiempos y las sazones; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.  Dan_2:37  Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fortaleza y majestad., demostrando una vez más que todo lo que ocurre en este planeta está sometido a la poderosa y soberana voluntad de Dios. Hagamos pues lo mismo que este Daniel que supo ver lo que otros jamás han visto y nunca verán.

Venezuela acaba de pasar un proceso electoral, que tendrá a unos contentos y a otros tristes, pero a los hijos de Dios el único sentimiento que debe reinar en cada corazon, es el de hacer la voluntad de nuestro Dios, sabiendo que ni una hoja cae al suelo sin que su poderosa mano lo permita. Ya que Él es el que quita presidentes y pone presidentes.

facebook: Sergio Simoes
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