La Orotava, Tenerife, 10/08/2012.
Daniel se sometió a la autoridad.
A Daniel le toco vivir un periodo
en la historia de su vida bastante convulsivo, terrible para un joven de apenas
17 años. Tuvo que ver con sus propios ojos, como el hombre más poderoso de la
tierra del mundo conocido, invadía a su amado pueblo Israel, matando a sus
hermanos judíos, destruyendo la ciudad que para el, era una de las cosas más
santas de este mundo, profanando los sacrificios y lugares del templo en Jerusalén;
Llevando cautivos a sus parientes, personas que hasta ese momento disfrutaban
de la libertad a la que todo ser humano tiene derecho. Sufrió la separación de
sus más allegados y en cuestión de minutos, Daniel ya había cambiado de Rey, de
ciudad y de familia; Pasó de ser un
joven que gozaba de plena libertad a ser un prisionero sin derechos a las
ordenes de un tirano, cuya única ambición y motivación era la grandeza de su
propio nombre.
Observo como los rituales sagrados
eran interrumpidos, vio con sus propios ojos como los mandamientos hechos por
Jehová no se cumplirían. De manera
dolorosa tuvo que soportar no poder ver el fuego del altar arder para la consumación
del sacrificio continuo, mandamiento perpetuo al que él y sus padres habían cumplido
seguramente desde temprana edad. Su celo por Dios y sus rituales pasaron de lo
habitual a lo imposible, derrumbándose en minutos todo lo que sus antepasados
le habían enseñado. ¡Un solo hombre había roto el mandamiento del Dios altísimo!
¿Cómo puede digerirse todo lo anterior sin que esto nos amargue la existencia?
Daniel tenía muy claro que todas
las circunstancias en la vida del creyente no son producto de la llamada
casualidad, que cada paso doloroso, por más inexplicable que este sea, tiene su
respuesta en el Altísimo Creador. Pudiendo entender que si todo aquel
sufrimiento que le estaba tocando vivir a él y a su pueblo estaba bajo la mano
soberana de Dios. Es este joven el que propone en su corazón, junto a sus
compañeros no adaptarse a las costumbre de los paganos Babilónicos, manteniéndose
alejado de toda contaminación, con la única razón de honrar a ese Dios al cual creían.
Podían retener su integridad física y doblegar su cuerpo. Pero jamás doblegarían
sus convicciones espirituales, imposible era que encadenaran su fe.
Se sometió al entrenamiento que tenían
preparado para él y junto a sus colegas sobresalieron del resto. Fue parte de
la solución y no del problema cuando Nabucodonosor soñó, e interpreto lo
imposible. Porque sabía que con esa actitud estaba honrando a su Dios. Sirvió fielmente
a tres gobernantes de forma consecutiva, desempeñando cargos de suma
importancia, recordemos que él era primer ministro de la corte del emperador.
No demostró ningún rencor ni sentimiento vengativo hacia aquellos que le habían
arrebatado todo en su juventud. Fue ejemplo de rectitud apegándose a las leyes
y edictos, solo si estos no estuviesen por encima de las leyes divinas.
Practicó la oración sincera y constante, realizándola tres veces al día, a
pesar de las oposiciones de sus enemigos, porque lo primero en su vida era
estar del lado del Dios justo.
Esperó pacientemente el
cumplimiento de los 70 años de cautividad, aceptando una vez más las promesas
que Dios había hecho a su pueblo, reconociendo que todo aquel grande mal que había
venido a Israel era a causa de sus propios pecados. Intercedió por ellos
confesando a Dios todas las maldades haciéndolas suyas.
Dios premio la actitud de este
hombre santo que dijo “Dios quita reyes y pone reyes”Dan_2:21 Y Él cambia los tiempos y las sazones; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. Dan_2:37 Tú, oh rey, eres rey de reyes; porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fortaleza y majestad., demostrando una vez más
que todo lo que ocurre en este planeta está sometido a la poderosa y soberana
voluntad de Dios. Hagamos pues lo mismo que este Daniel que supo ver lo que
otros jamás han visto y nunca verán.
Venezuela acaba de pasar un proceso electoral, que tendrá a unos contentos y a otros tristes, pero a los hijos de Dios el único sentimiento que debe reinar en cada corazon, es el de hacer la voluntad de nuestro Dios, sabiendo que ni una hoja cae al suelo sin que su poderosa mano lo permita. Ya que Él es el que quita presidentes y pone presidentes.
Venezuela acaba de pasar un proceso electoral, que tendrá a unos contentos y a otros tristes, pero a los hijos de Dios el único sentimiento que debe reinar en cada corazon, es el de hacer la voluntad de nuestro Dios, sabiendo que ni una hoja cae al suelo sin que su poderosa mano lo permita. Ya que Él es el que quita presidentes y pone presidentes.
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