La Orotava, Tenerife, 29/10/2009
Carta Del apóstol Pablo a los COLOSENSES.
A) AUTOR, FECHA Y LUGAR DE ESCRITURA.
El apóstol Pablo es el
escritor de esta epístola. “Pablo,
apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios y el hermano Timoteo” (1.1). Se cree que él la escribió en el tiempo
que estaba preso en Roma, en su primer encarcelamiento. Al igual que Efesios,
Filipenses y Filemón, son llamadas “las
epístolas de la prisión o cautividad”.
Pablo solamente fue el
escritor de la carta. La mención de Timoteo en el saludo, no indica que él
también participara de la escritura de la carta, sino que más bien sirve como
referencia, para saber que él estaba preso juntamente con Pablo en Roma, cuando
el apóstol escribió esta carta.
La fecha de su escritura es
aproximadamente 62-63 años después de
Jesucristo , y fue escrita como lo dijimos, desde la cárcel de Roma. El
portador de la carta es Tíquico (4.7) , quien
acompañado por Onésimo (antiguo esclavo de Filemón, que había huído de su amo,
pero que fue evangelizado por Pablo en Roma, y que ahora se disponía a volver
con su amo) fue a esta ciudad no solo para llevar la carta, sino también para
llevar la consolación que Pablo les enviaba por escrito.
B) LA CIUDAD DE COLOSAS.
Colosas fue una población de la provincia romana de Asia Menor, específicamente Frigia, que hoy es parte de Turquía. Situada a unos 160 a 175 Kms. aproximadamente, al Este de Éfeso, cerca del Río Lico. Se presume que fue evangelizada por Epafras y otros compañeros de Pablo (1.7; 4.12) . Se deduce esto, porque Pablo nos dice en la carta que él no conocía personalmente a estos hermanos. “Porque quiero que sepáis cuan gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro” (2.1) .
Se cree que esta congregación
fue establecida en el tiempo que Pablo estuvo en Éfeso, en su tercer viaje
misionero. “Así continuó por espacio de
dos años, de manera que todos los que habitaban Asia, judíos y griegos, oyeron
la palabra del Señor Jesús” (Hechos 19.10) ,
donde se hicieron algunas incursiones evangelísticas en la provincia de Asia
Menor, y allí fueron convertidos algunos Colosenses. Como se cree: Filemón que
fue evangelizado por Pablo (Filemón
19) , también Arquipo,
que se cree era hijo de Filemón; Apia, que se cree era esposa de Filemón y
también Epafras que fue quien llevó el evangelio a Colosas, Hierápolis y
Laodicea (1.6.7; 4.13) . Todos ellos fueron evangelizados en
el viaje de Pablo a Éfeso. Se presume que ellos tuvieron un encuentro con el
apóstol fuera de Colosas y después de ese encuentro volvieron a Colosas
llevando la palabra de Dios. Otras particularidades importantes de esta
congregación, es que se reunían en casa de Filemón (Filemón 2) y que estaba compuesta
mayoritariamente por gentiles (1.21,
21; 3.5-7) .
C) EL PROBLEMA EN COLOSAS.
Después del establecimiento de la iglesia en
Colosas y de que Pablo junto con sus compañeros se alejaran de Asia Menor, con
el paso de los años (se cree de 4 a 5 años) comenzaron a llegar falsas
enseñanzas a la iglesia del Señor por falsos maestros que lograron contaminar la
iglesia.
Epafras se ve en la necesidad de informarle a Pablo y viaja a Roma donde Pablo
estaba preso y le cuenta la situación. Después de escuchar los problemas Pablo
se decide y escribe esta carta para contrarrestar las herejías que se estaban
propagando en la iglesia de Colosas. La
herejía de Colosas era una mezcolanza de Judaísmo y el gnosticismo incipiente que
enseñaba que la salvación es solamente por medio del conocimiento, no del
evangelio puro, sino de ciertos
misterios inventados por los hombres (“filosofías y huecas sutilezas”
, 2.8).
Era
algo muy parecido con la filosofía GNÓSTICA
, que recién comenzaba a surgir. Esta palabra “gnóstica” viene de la palabra griega Gnosis, que significa “Conocimiento”
. Para estos falsos maestros, la salvación consistía en saber cierta
información mística más que en la fe, la obediencia o la santidad. Tomaron un
punto de vista intelectual hacia la vida y la religión.
Ellos proponían que la materia y el espíritu son opuestos . La materia era supuestamente mala y el espíritu bueno. Creían que la materia era eterna. Pensaban que Dios, siendo espíritu, es completamente BUENO. No puede tener contacto con las cosas materiales. Dios no podía ser el creador del universo por este motivo. El Dios supremo a veces fue llamado PLEROMA que significa “plenitud” (1.19, 2.9).
Razonaban que Jesús, siendo Divino, no podía venir en cuerpo humano, así
mezclando el espíritu bueno y la materia mala. Eso era imposible para ellos
conforme a su filosofía. Ellos decían que Jesús solo aparentó tener un cuerpo físico (vemos un contraste de
esto en 2.9; 1.22; 1 Juan 4.2-3; 2 Juan 7).
Alegaban que entre Dios y los hombres hay una serie larga de seres intermedios . Los que están más
lejos de Dios eran menos y menos espirituales y más, y más materiales. Cristo
fue uno de estos seres intermedios, pero uno de los más espirituales. El más
material creó la tierra (contraste con 1:15-19 que
enseña que Cristo es la imagen de Dios y creador de todo). Pensaban que el
cuerpo (materia) es malo. Dos ideas opuestas resultaron por estos dos
pensamientos:
ASCETISMO
– Hay que abusar del cuerpo y subyugarlo por negarse a ciertas cosas
materiales como algunas comidas u otras cosas (contraste capitulo 2.20-23).
LIBERTINAJE
– Hacer lo que se quiera con el cuerpo pues lo importante es el espíritu y
éste no es afectado por las acciones del cuerpo (contraste capitulo 3).
Al final, esto resultó en una
actitud de superioridad que destruyó en parte la comunión de la iglesia (vea 1.28; 3.11 ).
TEMA CENTRAL DE LA CARTA.
Aunque Pablo principalmente se dedica a atacar las enseñanzas falsas que
estaban proliferando en la iglesia de Colosas, no podemos obviar que esta carta
tiene un completo enfoque Cristo céntrico, o sea, que está centrada en la
persona de Cristo.
Para
Pablo, Cristo es el eje principal de todo cuanto hacemos, creemos y hasta
pensemos. Él es la respuesta a cualquier problemática de los hombres. Como lo
dijo el mismo Jesús antes de partir al Padre: “Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra” (Mateo 28.18 ),
Cristo tiene toda autoridad y todo poder en este universo.
En
esta carta se pone en alto la verdad maravillosa de la deidad de Jesucristo, la
que muchas denominaciones contradicen:
-Él es la
imagen de Dios (1.15);
-Él es el
primogénito de toda la creación, o sea, el más importante y exaltado de todo
este universo ( 1.15 );
-Él es
creador de los cielos y de la tierra, y todo subsiste gracias a él ( 1.16-17 );
-Él es
eterno ( 1.17 );
-Él es la
cabeza de la iglesia, que es su cuerpo ( 1.18 );
-En él
habita toda la plenitud de la deidad ( 1.19; 2.9 );
y
-Él es
nuestra esperanza de gloria ( 1.27 ).
Y el
tema central de esta carta lo encontramos en Colosenses
1.18 , que dice: “Y él es la cabeza del cuerpo que es la
iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, PARA QUE
EN TODO TENGA LA PREEMINENCIA” .
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