(2ª parte) El doble llamamiento de Dios. txt

La Orotava, Tenerife (islas Canarias-España), 9/10/2006.

El doble llamamiento de Dios.

Desde los albores de la creación, y en los comienzos de la humanidad, cuando Adán y Eva pecaron, fue el mismo Creador el que tomó la iniciativa de buscar al hombre y llamarlo,” ¿Dónde estas tú?”. Y si un solo llamado ya implicaba una responsabilidad de parte del que recibía dicha solicitud, ¿Cuánto más un doble llamado de Dios? Y es que este doble llamado, podría representar, a la luz de algunas referencias bíblicas algunas reflexiones que podrían resumirse de la  siguiente  manera: Podía significar...

• Una advertencia: Lev 13:45  Y el leproso en quien hubiere llaga, sus vestidos serán deshechos y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ­Inmundo! ­inmundo!
• Una verdad:  En los evangelios se menciona a lo menos en (25) oportunidades, la frase “ de cierto, de cierto os digo…” dicho de boca del mismo Señor, los evangelistas no se atrevieron a pronunciar ellos mismos estas palabras. Esta frase quiere decir:  “en verdad, en verdad “.
• Un clamor:  2 Sa 19:4  Mas el rey, cubierto el rostro, clamaba en alta voz: ­Hijo mío Absalom, Absalom, hijo mío, hijo mío!

            Cuando Dios llama es porque quiere nuestra atención, cuando lo hace dos veces es  que quiere nuestra voluntad. Encontramos en la Biblia a varias personas que fueron llamados en dos ocasiones, estos fueron:

1.-          Moisés. Cuando Dios llamó a este hombre lo hizo para darle la preparación para la misión más importante de su vida: Exo 3:4  Y viendo Jehová que iba á ver, llamólo Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡­Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. La respuesta de Moisés no se hizo esperar, demostrando una disposición al mandato del Altísimo. Cuando lo llamó, Moisés estaba en una montaña, Exo 3:1  Y apacentando Moisés las ovejas de Jethro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino á Horeb, monte de Dios. Esta no era cualquier montaña, era el monte de Dios, solo aquí era posible que este encuentro se llevase a cabo. No pretendas que Dios te llame si no estás donde está su nombre.

2.-         Samuel:  Dios llamó a este niño consagrado por su madre para darle la preparación para el servicio más importante en la vida de un Israelita, el sacerdocio y lo hizo en un lugar muy particular; El lugar santísimo, es más tenía su cama allí! aunque nos parezca sorprendente. Y es que Dios llama cuando la necesidad apremia. Lo llamó en medio de la soledad de la noche, porque cuando Dios llama lo hace de manera personal e íntima, no en masas ni públicamente, lo hace en privado y en lo más recóndito de nuestro ser. Este niño no sabía que responder a esa voz nueva e irreconocible para él. Y siguió el consejo de el viejo Elí, aunque errado en la crianza de sus hijos, conocedor del llamado de Dios, su respuesta demostró la sumisión que debemos tener a este llamamiento. 1Sam 3:10  Y vino Jehová, y paróse, y llamó como las otras veces: ¡­Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, que tu siervo oye.

3.-          Marta: La tradición judía le daba a esta mujer un lugar muy apartado a la que el Señor habría escogido para ella en la reunión presidida por el. Su hermana María había escogido la mejor parte, Marta la parte más practica la visible la menos criticada. Pero el Maestro quería hacerle el llamado a esta mujer para prepararla a una parte desconocida para ella, la devoción a su hacedor. Luc 10:41  Pero respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada. Cuando Dios nos llama quiere que rompamos los moldes establecidos por esta sociedad que no conoce personalmente al creador. Ella fue llamada en la intimidad de su casa, cuando debía escoger entre ser la anfitriona o la devota Marta. El silencio de Marta podía reflejar la sumisión de la mujer ante una sociedad acallada por las costumbres que culpaban a Eva del pecado inicial.

4.-          Saulo, preparación para el ministerio: Dios tuvo que derribar a este hombre que respiraba amenazas de muerte en una devoción ciega y sin visión espiritual, creyendo que servía a Dios al ir en contra de los cristianos. Cuando Dios llama derriba nuestras propias creencias y convicciones no fundadas en Dios sino en nuestro conocimiento. Y es allí en una posición de humildad y derribado cuando estamos listos para oír y recibir del Señor su llamado; Es tanto así que el mismo Señor le aparece y lo llama. Y lo primero que Saulo inquiere es quién es El, Saulo aún no le conocía como Señor. Hech 9:5  Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y él dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues: dura cosa te es dar coses contra el aguijón. El Señor lo llamó dos veces: Hech 9:4  Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? A lo que Saulo respondió por segunda vez, ¿Señor que quieres que haga? Hech 9:6. Dios llamó a este valioso instrumento junto al camino, pero era su propio camino no el camino que el Señor quería y que posteriormente le mostraría.

Nuestro Dios llamó a estos cuatro personajes, porque Él necesita instrumentos sumisos, dispuestos, devotos y humildes a los que Él prepare para su bendito ministerio. ¿Estás dispuesto tú a atender su llamado?

 (Haz clic sobre las referencias bíblicas para leer el versículo completo). 

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