miércoles, 14 de noviembre de 2012

Un enfoque bíblico de la palabra "luz". txt

13/11/2012, La Orotava, Tenerife.

    La luz representa muchas cosas a lo largo de nuestra vida, sin ella no pudiéramos desempeñar nuestras capacidades, las cuales benefician a los que nos rodean y a nosotros mismos. Imaginémonos a un cirujano realizando una delicada operación en medio de un quirófano a oscuras o a Leonardo da Vinci pintando uno de sus tantos famosos cuadros en medio de un estudio completamente a oscuras. La luz nos complementa, nos hace la vida mucho más fácil y nos permite ser de utilidad a nuestra sociedad. Pero esto es en cuanto a nuestra vida cotidiana, espiritualmente hablando, la palabra de Dios, la Biblia, nos dice que Dios creo la luz mucho antes que todas las cosas creadas, incluso antes que los mismos astros luminososGén 1:3  Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.  1:4  Y vio Dios que la luz era buena y separó Dios la luz de las tinieblas.  1:5  Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana el primer día. Las tinieblas estaban sobre la faz del abismo Gen 1:2, sin embargo Dios no creo el Sol o las estrellas para iluminar las tinieblas, ya que es hasta los versículos 16-18 de este capítulo primero que esto ocurre. El creo la luz. Pero ¿de que manera? Con su sola presencia en medio de aquel desorden y vacía oscuridad pudo hacer la diferencia. 

    Así como en el principio de la creación en muchos corazones reina el desorden y la confusión, muchos tratan de llenarlo y alumbrarlo con religiones, buenas obras o conocimiento intelectual y muchos hasta se atreven a inventar su propia "luz", salida de sus mentes filosóficas. Cuando realmente lo que necesitan es la luz fulgurante de la presencia de Dios en sus vidas. Juan nos describe a un Dios de luz 1Jn 1:5  Y éste es el mensaje que oímos de Él, y os anunciamos; que Dios es luz, y en Él no hay ningunas tinieblas. El mismo Señor Jesucristo se presentó como la luz verdadera Jn 9:5  Entre tanto que estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. Solo Cristo se podía presentar como la solución a nuestro problema de oscuridad espiritual, ya que el había venido a revelarnos la esencia de la luz, Dios mismo. El que anda practicando el pecado en sus vidas, vive en oscuridad, la que solo Cristo podrá disipar si le recibes como tu Salvador personal. Pero hay una referencia mas a la luz y esta vez esta relacionada con los discípulos Mat 5:14  Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Al igual que ellos cada creyente en Cristo tiene la responsabilidad de llevar esa luz hasta aquellos que la necesitan, que viven en las tinieblas de una vida donde Dios no alumbra sus actos ni pensamientos. Somo la luz para hacer que el mundo pueda ver su condición delante del Dios de luz y para que ellos puedan ser beneficiarios de esa luz al igual que nosotros.

    Cristo ganó el derecho de ser luz con su muerte en la cruz, el exclamó "Consumado es", no podemos añadir nada de nuestra parte para recibir la iluminación divina en nosotros. Solo debes recibirla de parte de Cristo y de corazón en sinceridad.

    Ahora como creyentes, ¿Dónde estamos ubicados como luz de este mundo?. ¿En un lugar alto donde pueda ser de provecho a todos; O debajo de la cama donde nadie se beneficia?. Hay una figura en el Antiguo Testamento que nos ilustra de como debe ser nuestra luz. En el tabernáculo, concretamente en el lugar santo, había un candelero cuya luz era la única e ese lugar. Sus lámparas se alimentaban del aceite que se colocaban en sus depósitos, las cuales alimentaban una mechas, que producían la combustión necesaria para dar luz. Pero había un inconveniente, el hollín acumulado en las despabiladeras hacía que esa luz fuese menguando. Era necesario limpiarlas de cuando en cuando para mantener las lámparas a su máxima capacidad. Así mismo nosotros, como la luz del mundo, debemos mantenernos limpios de la contaminación que nos rodea, con el único propósito de que nuestra luz irradie a los que andan en las tinieblas del desconocimiento de Dios. Mientras más limpios estemos delante de Dios, con mayor intensidad alumbrará al mundo nuestra luz.

    Así que permíteme hacerte una pregunta, mi estimado lector: ¿Andas en luz o estas aún en tinieblas? Si hasta ahora has vivido de espaldas al Dios de luz, te invito a que le pidas que entre en tu corazón por la fe y comiences a vivir una vida diáfana en medio de la oscuridad.

Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, 
interesante y hasta curiosa  para el conocimiento 
sobre la Biblia, la poderosa palabra de Dios.

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