lunes, 28 de julio de 2025

Tres porqués debemos asistir a la iglesia .txt no. 104


    ¿Por qué congregarse importa realmente? En un mundo donde la espiritualidad es cada vez más individualizada, muchos creyentes sinceros se preguntan: ¿Es realmente necesario congregarse? ¿No puedo tener mi fe desde casa, orar solo, leer la Biblia a mi ritmo, y aún así estar bien con Dios?

    La fe cristiana no se trata de una experiencia privada sin contenido ni comunidad. Se trata de la verdad revelada, razonada y vivida en cuerpo. Y la Escritura no guarda silencio al respecto.

    Hoy exploraremos tres razones fundamentales para congregarnos, extraídas directamente de tres poderosos pasajes: Salmo 133:1–3, Salmo 84:10–11 y Hebreos 10:25–26. Razones que no solo son teológicas, sino existenciales y eternas.

  • 1. Porque Dios derrama bendición donde hay comunión verdadera.

    📖 Salmo 133:1–3 — “¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!... Porque allí envía Jehová bendición, y vida eterna.” Este Salmo es una joya poética con implicaciones teológicas profundas. La comunión fraternal no es simplemente agradable: es el lugar donde Dios ordena su bendición.

    El salmista usa dos metáforas: El aceite sobre la cabeza de Aarón, símbolo de unción y consagración sacerdotal (Éxodo 29:7). El rocío de Hermón, fuente de frescura y vida para una tierra árida.

    Ambos elementos apuntan a una verdad clave: la comunión no solo es agradable, es vital. Dios decide bendecir donde hay unidad. Al congregarnos, participamos de un espacio donde su favor fluye y su presencia se manifiesta (Mateo 18:20).

  • 2. Porque Su presencia es mejor que cualquier privilegio terrenal.

    📖 Salmo 84:10–11 — “Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos Porque Sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová.” Aquí el salmista declara con pasión: preferiría barrer en la casa de Dios antes que habitar en las mansiones de los impíos. ¿Por qué? Porque el valor de la presencia de Dios supera cualquier otro beneficio temporal.

    Este no es un lenguaje retórico: es una evaluación del alma. Congregarse es entrar, simbólicamente, en los atrios de Dios. Y donde Él está, hay gracia, gloria, protección y provisión (v.11).

    Negarse a congregarse es elegir el mundo en lugar del lugar donde mora Su gloria. Como dijo David:   > “Una cosa he demandado a Jehová  esta buscaré, estar en la casa de Jehová todos los días de mi vida” (Salmo 27:4)

  • 3. Porque el peligro de apartarse es real y progresivo.

    📖 Hebreos 10:24–26 — “No dejando de congregarnos... Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados.”

    Este pasaje es contundente. Abandonar la congregación es parte de un patrón más peligroso: el pecado voluntario, que puede llevar al endurecimiento del corazón y al juicio (v.27).

    El autor de Hebreos no está describiendo una simple ausencia dominical. Está advirtiendo contra un estilo de vida que se aleja de la comunidad de fe y, progresivamente, de la fe misma. Congregarnos no es un ritual. Es un ancla espiritual. Nos mantiene conectados, corregidos, exhortados y animados (v.24). Es parte del diseño de Dios para preservar nuestra fe hasta el día de Cristo (Filipenses 1:6).

    Congregarnos es gracia, no carga. La iglesia no es un club social. Es el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:27), el templo vivo de Dios (Efesios 2:22), y el lugar donde Su gloria se manifiesta en medio de vasos imperfectos redimidos por gracia.

    Lo que NO es Congregarse:

  • No es opcional, es esencial (Hechos 2:42)
  • No es legalismo, es obediencia gozosa (Juan 14:23)
  • No es carga, es refugio, consuelo y entrenamiento para la eternidad. (Salmo 122:1, Proverbios 18:10, Isaías 4:6, Efesios 4:11-13).

    > “Donde hay comunión hay bendición. Donde hay presencia hay vida. Donde hay perseverancia, hay esperanza.”

    No te congregues por rutina, hazlo por revelación, su Palabra nos lo dice. Porque en Su casa, somos renovados. Y juntos, esperamos el día glorioso de Su regreso. AMÉN.

    Ahora te dejo la pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que te reuniste con los Santos de Dios en su casa? Deja ya de perder bendiciones y corre! a la presencia divina en compañía de los hijos de Dios en la casa de Dios.

    Si quieres ampliar este tema te dejo este enlace, haciendo clic sobre el título: ¿Se puede ser cristiano y no asistir a la iglesia? 


Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante y hasta curiosa para el
 conocimiento sobre Dios y tu futuro eterno. 

                      

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