viernes, 14 de septiembre de 2012

El desierto, un lugar de prueba.


Sta Cruz, Tenerife,  19/09/10.
La Orotava, Tenerife,  26/09/10.


El desierto.
El desierto representa no solo un lugar de soledad y escases sino de peligros amenazantes. En la palabra de Dios el desierto pudiera representar entre otras  cosas: Prueba, David huyendo de Saúl se refugió en el desierto para esconderse de su enemigo; Soledad, El salmista en el salmo 102 hablando proféticamente del Señor lo representa como el pelicano en el desierto; Tentación, El Señor fue llevado al desierto para ser tentado en medio de fieras según Marcos.
En el caso de Israel esta fue llevada al desierto por 40 años antes de entrar a la tierra prometida.

¿Por qué  Dios nos lleva al desierto?
            Para glorificarse y que Dios sea honrado en nosotros.

ExoDO 13:17Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto. 18Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados. 19Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.c 20Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto. 21Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 22Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.
La estrategia divina. En el primer día de viaje Israel llegó a Sucot , un lugar todavía dentro del territorio de Egipto. El segundo día llegó a Etam, que probablemente era una fortaleza egipcia situada en los límites territoriales, al este de Sucot. Desde este punto es imposible trazar la ruta con certeza, aunque se sabe que dejaron a Egipto desde el norte y fueron al desierto de Shur.

La Ruta de Israel, Después de describir el acto de redención de parte de Dios, el autor narra el viaje desde Egipto hasta el monte de Sinaí. La primera etapa tiene que ver con los eventos que ocurrieron a lo largo de su marcha hacia el mar.
Dios no guió a Israel hacia la tierra prometida por el camino más corto. Los
llevó por una ruta mucho más larga que atravesaba el desierto. No los guió por
el camino corto, ya que de ser así, hubieran tenido que pasar por la tierra de
los filisteos y hubiera sido necesario enfrentarse a ellos. Los israelitas aún no
estaban listos para la guerra. Es probable que al darse cuenta de la posibilidad
de presentar batalla, hubieran optado por regresar a Egipto antes que
enfrentarse a un pueblo guerrero. Necesitaban más tiempo y experiencia en
el desierto antes de estar listos para tales hostilidades (13:17–18). Después
de los años de lucha para sobrevivir en el desierto, estarían mejor preparados
para pelear y tomar posesión de la tierra prometida.

Posibles razones por las que Dios escogió este camino:

a.- Como dice el pasaje para librarlos de los Filisteos y que el desanimo los hiciera querer volver, no estaban preparados anímicamente aun para pelear.
 b.- Para que ellos pudieran apreciar de primera mano la poderosa mano de su Dios al abrir el mar Rojo, exterminando así para siempre a sus enemigos.
 c.- Esta era la ruta que pasaba por el desierto del Sinaí donde se encontrarían con su Dios en el monte santo.

Por qué  Dios nos lleva al desierto?
            Para hablarnos.

Ose 2:14Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón. 15Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acora por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. 16En aquel tiempo, dice Jehová, me llamarás Ishi (marido),5 y nunca más me llamarás Baali (Señor).6

Israel no podía comunicarse con Dios en Egipto, y Dios no podía captar la atención de su pueblo en Egipto, estaban demasiado ocupados en la esclavitud sirviendo a un dios extraño.

El versículo dice: "14 Pero he aquí que yo la atraeré”..."Solidaridad”. Eso nos muestra la identificación de Dios para con Israel no iba a estar sola allí, Dios la acompañaría. El se acercaría a ella para protegerla, como lo hace con nosotros en medio de nuestras tribulaciones. No estamos solos en medio de la tormenta.
Cortejo. Jehová atrajo de nuevo a su pueblo al desierto, el lugar donde iniciaron su relación matrimonial (vv. 14–15). Haciendo esto, Dios sedujo o cortejó a su pueblo para reiniciar el disuelto matrimonio. A la vez, el desierto es el lugar de disciplina, escasez y duro trato, para aleccionar y purificar a un pueblo rebelde y contradictor. Este re casamiento se advierte también en el hecho de que Israel llama a Dios, Ishi, “mi esposo”, y ya no con el nombre de los ídolos que antes servía, Baali “mi Señor”. Este repudio de la idolatría por parte de la nación, que es el principal tema de controversia del libro, es indispensable para que su relación con Dios sea como debe ser (vv. 16–17).
 "...y hablaré a su corazón. "Sociego.  La consecuencia en la maravillosa gracia de Dios es: que le habla al corazón, es decir, cariñosamente; véase Rth_2:13. Tan obstinada es ella, que Dios tiene que “halagarla,” eso es, moderando así el juicio con gracia inesperada como para ganarla y volverla a sus caminos. Para este propósito fue necesario “llevarla al desierto” (es decir, sujetarla a necesidades y pruebas temporales) primeramente, para hacer que le fuese aborrecible el pecado, por sus frutos amargos, y que le fuese tanto más preciosa la subsecuente gracia de Dios por el contraste con el “desierto.” Jerónimo hace del “llevarla al desierto” más bien un libramiento de sus enemigos, así como el antiguo Israel fue llevado al desierto desde el cautiverio de Egipto; a esto alude la frase aquí (véase v. 15).
El morar en el desierto, sin embargo, no es literal, sino en sentido moral; mientras todavía se hallen en el país de sus enemigos localmente, por la disciplina de la prueba, que les ha de hacer dulce la palabra de Dios, van a ser llevados moralmente al desierto, es decir, a un estado de preparación para retornar a sus privilegios espirituales y temporales en su propia tierra; así como el desierto literal preparó a sus padres para entrar en Canaán, de modo que el llevarlos el desierto es virtualmente librarlos de sus enemigos.

"Dios nos ama tanto que está dispuesto a permitir el sufrimiento y la prueba, para que nos acerquemos a Él. ¿Porque pasar por el desierto de la desobediencia, si podemos disfrutar del oasis de su presencia, en obediencia?
S.A.S.P.


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