La Orotava, Tenerife, 26/08/2012.
La Orotava, Tenerife,
23/09/2012.
Actitudes a las que el creyente es llamado,
según el apóstol Pedro.
La descripción de esta palabra “llamar”en el original griego es G2564, καλέω. Kaléo, similar a la base de G2573; llamar (propiamente en voz alta). Y esta connotación que se nos hace revela nuestra posición en cuanto a donde estamos, a la hora de escuchar el llamado que Dios nos hace a través de su palabra. Si Dios tiene que llamarnos en voz alta es que estamos lejos de los requerimientos que Él nos hace en cuanto a este tema. Y hacemos bien en afinar nuestros sentidos espirituales, poniendo todo de nuestra parte para escuchar este bendito llamamiento.
En cuanto a su posición, los creyentes hemos sido eternamente separados por Dios mediante la obra de Cristo en la cruz Heb 10:10. Posicionalmente desde el momento de nuestra conversión, somos santificados y santos 1Co 1:2, Pablo escribe a los Corintios llamándoles,"santos", a pesar de todos los inconvenientes de carnalidad, que alli se presentaban. Pablo les está viendo según su posición presente en santidad.
Según su experiencia personla, el creyente está siendo santificado, por la obra del Espiritu Santo, mediante las escrituras Jn 17:7; Efe 5:26. Y por último, para su consumación futura el creyente espera la segunda venida del Señor a la tierra, cuando será su perfecta y completa santificación. Efe 5:27 y 1Jn 3:2.
Llamados a la Santificación: 1Pe 1:15 sino que, así como Aquél que os llamó es santo, así también
vosotros sed santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. (Porque Dios es Santo).
Pedro pudiera haber estado pensando como referencia a este pasaje,
tres porciones del Antiguo Testamento, que combinan perfectamente las
exigencias que Dios le hizo a Israel en el
pasado con las demandas que Dios nos hace a los creyentes en el día de hoy. Las cuales
reflejan a los tres enemigos a combatir, si queremos llevar nuestra
santificación a un nivel práctico.
Tres enemigos a combatir, si queremos practicar la santificación.
a.- LA CARNE: Lev 11:44 Pues que yo soy Jehová
vuestro Dios, vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy
santo: así que no os contaminéis con
ningún animal que se arrastra sobre la tierra. Donde la
santidad práctica se manifestaba en la alimentación del pueblo de Israel. Pudiéramos decir, bueno
esa exigencia era para Israel en el pasado, pero en relación al tema de lo que podemos
o no comer en el día de hoy hay un pasaje que nos da luces y es Hch 15:1; 28-29, Habían creyentes
judíos que querían obligar a los gentiles creyentes a cumplir los ritos del judaísmo,
diciéndoles que si no los cumplían no eran salvos. Así que para resolver este
asunto se reunieron los apóstoles y los ancianos, y después de mucha discusión (Hch 15:7), Pedro se levanta y explica
como Dios lo había utilizado para abrirles la puerta de salvación a los
gentiles y como estos habían recibido también como ellos el Espíritu Santo.
Esta acción fue secundada por Bernabé y Pablo quienes contaron como los
gentiles griegos habían recibido el don de la salvación; Y Jacobo como el
anciano corresponsal en Jerusalén, apoyado por el testimonio de Pedro concluye
por carta explicar a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia sobre el tema
en cuestión, (Hch 15:28 Pues ha parecido bien al Espíritu Santo, y a
nosotros, no imponeros ninguna carga más que estas cosas necesarias. 29
Que os abstengáis de lo sacrificado a ídolos, y de sangre, y de estrangulado
y de fornicación; de las cuales cosas si os guardareis, bien haréis. Pasadlo
bien). Esto fue lo que Daniel hizo en Babilonia, y es lo que Dios nos demanda
hoy, no participar con la comida de nada que tenga que estar relacionado con la
idolatría ni con los ídolos.
b.- EL
MUNDO: Lev 19:2 Habla a toda la
congregación de los hijos de Israel, y diles: Santos seréis, porque yo Jehová
vuestro Dios soy santo. 3 Cada uno temerá a su madre y a su padre,
y mis sábados guardaréis: Yo Jehová vuestro Dios. Este
punto tiene como contexto lo relacionado a las responsabilidades sociales y
familiares. La palabra traducida aquí como “temerá”, puede tener relación con reverenciar.
Una actitud hoy en día olvidada por muchos hijos y que nosotros como padres
cristianos no podemos bajar la guardia en su cumplimiento. Pero Pedro va más allá
del círculo familiar dice en 1 Pe 1;15 “… en toda manera de vivir”. No se
excluye a ningún ámbito de nuestra forma de vida cotidiana. De la manera como
actuamos en la iglesia, así mismo debemos comportarnos en el mundo en que nos desenvolvemos,
separados de todas aquellas cosas que no agradan a Dios, no participando de
ninguna de las cosas que ofenden la santidad del Dios santo así como de
aquellas cosas en la que nuestra conciencia nos acusa.
c.- El DIABLO: Lev
20:26 Habéis, pues, de serme santos,
porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos, para que seáis
míos. 27 Y el hombre o la mujer en quienes hubiere
espíritu de pitonisa o de adivinación, han de ser muertos; los apedrearán con
piedras; su sangre será sobre ellos. El
tercer enemigo a combatir no está a nuestro alrededor acosándonos, no está en
nosotros como un espía al que tenemos muy cercano, sino que nos hace frente
como un adversario el cual quiere desviar nuestra atención del Dios verdadero
para que le sigamos y sirvamos a él, utilizando como armas nuestras propias
debilidades carnales. Para combatir a este enemigo es necesario conocer su
estrategia de ataque. 1 Jn 1:16 nos dice “Porque todo lo que hay en el mundo,
los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vana gloria de la vida, no
proviene del Padre, sino del mundo.” Es conveniente aclarar la diferencia entre
la necesidad carnal y el deseo carnal, para ello mostraremos algunos ejemplos.
Necesidad carnal. Deseo
Carnal.
Comer. Glotonería.
Beber. Borracheras.
Dormir. Pereza.
Sexo, dentro del matrimonio. Fornicación,
adulterio.
Dios no está en contra de
nuestra satisfacción natural y humana, Él condena lo que excede a las normas
que Él mismo ha establecido en su palabra. Debemos vigilar cuidadosamente donde
están estos límites.
Y es que esta forma de
atacarnos se muestra claramente en algunos ejemplos, donde Satanás aplica su
misma táctica:
En la
tentación del Señor en el desierto. (Lc 4:1-9).
los
deseos de la carne “di
que estas piedras se conviertan en pan”.
los deseos
de los ojos Le
mostró los reinos de este mundo.
la vanagloria de la vida. Salta del pináculo del templo…a sus
ángeles mandará…
En la
tentación de Eva en el Edén. (Gn 3:6).
los
deseos de la carne “La mujer vio que el árbol era bueno
para comer”.
los deseos
de los ojos “agradable
a los ojos”.
la vanagloria de la vida. “árbol codiciable para alcanzar la
sabiduría”.
En la
tentación de David en la terraza de su casa. (2 Sam 11:1).
los deseos de la carne David
estaba durmiendo, “se levantó de su lecho”.
los deseos de los ojos “y
vio desde el terrado, una mujer que se bañaba”.
la vanagloria
de la vida. David envió a Joab,
cuando debía ir él. “en el tiempo que salen los reyes a la guerra”.
En la
tentación de Lot en Sodoma y Gomorra. (Gn 13:6).
los
deseos de la carne Peleas de
ambos grupos de pastores desviaron su destino inicial,
los deseos de los ojos “Miró
la llanura del Jordán”.
la vanagloria de la vida. “juzgando a la puerta de Sodoma”.
Si logramos estar atentos a estos tres
enemigos, que van en contra de nuestro deseo de estar separados o apartados para Dios, tendremos la victoria
garantizada, en el camino que lleva a una vida en santificación para su gloria.
Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna,
interesante y hasta curiosa para el conocimiento
sobre la Biblia, la poderosa palabra de Dios.
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para que otros también sean bendecidos.
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