El libro de Josué esta
lleno de muchísima fe, empecemos mencionando la fe de Rahab, veamos el verso 10 del capítulo 2. Ella les
comenta a los espías de como Dios dividió las aguas del mar rojo delante de
Israel, un hecho portentoso que ponía, y aún en la actualidad, pone a prueba
la fe de cualquiera que escucha esta historia. Este hecho había tenido lugar
hacía ya 40 años atrás, y con esto, Rahab nos ayuda a comprender uno de los
aspectos maravillosos de nuestro Dios, su infinita misericordia. Los habitantes de Jericó habían
tenido tiempo suficiente para volverse en arrepentimiento al Dios de Israel.
Por mas de 400 años la paciencia de Dios se había manifestado a favor de los
amorreos y cananeos. Esto lo que encontramos en el libro del Génesis 15:16
“Y en la cuarta generación, volverán acá; porque aún no ha llegado a
su colmo la maldad del amorreo hasta aquí”. Este versículo se estaba cumpliendo
con la destrucción de Jericó, la toma de Canaán y la expulsión del amorreo. Más
de 400 años habían transcurrido para que estos pueblos se volvieran al Dios
vivo y verdadero. Pero solamente Rahab la ramera y su familia ponen en acción
esa fe que finalmente les libra de la muerte y la destrucción. Por esta razón se le menciona como heroína de la fe (Heb 11:31).
Pero Rahab no solamente tiene fe, sino que vemos en ella
una actitud de confesión, poco habitual
para un habitante de una nación pagana e idólatra, en el verso 11 ella dice: “porque Jehová vuestro Dios es Dios
arriba en los cielos y abajo en la tierra”. La palabra de Dios dice que la
confesión precede a la salvación (Rom 10:9). Ella confiesa la grandeza
del Dios de Israel y se pone del lado de su pueblo ayudando a los espías a
escapar, y todo esto le salvó la vida a ella y a su familia.
Para poder ser salvo de la ira que
vendrá sobre este mundo, es necesario creer en el mismo Dios que creyó Rahab,
poniendo en acción esa misma fe y confesión que ella experimentó. ¿Crees de
todo corazón que Cristo murió por ti y que resucitó para tu salvación?
Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna,
interesante y hasta curiosa para el conocimiento
sobre la Biblia, la poderosa palabra de Dios.
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