09/12/2012, La Orotava, Tenerife.
Jesús dijo: No he venido.
Mat_5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o
los profetas; no he venido para abrogar, sino para
cumplir. (RVG)
Repetidas veces Jesús "quebrantó" lo que los judíos
llamaban la Ley. No cumplía el lavado de las manos que la Ley establecía;
sanaba a los enfermos en sábado, aunque la Ley prohibía tales sanidades; de
hecho fue condenado y crucificado como quebrantador de la Ley; y sin embargo
aquí parece hablar de la Ley con una veneración y una reverencia que ningún
rabino o fariseo podría superar. La letra más pequeña -que la Reina-Valera
llama jota- era la letra hebrea yod. Era algo parecido a lo que llamamos
apóstrofe -'-; ni siquiera una letra no mucho más grande que un puntito se
omitiría. La parte más pequeña de la letra -lo que la Reina-Valera llama una tilde,
como la de la eñe- eran los puntos diacríticos que distinguían unas
letras de otras, como la sin y la sin. Jesús parece establecer que la
Ley es tan sagrada que ni el más mínimo detalle de ella desaparecerá.
Algunas personas se han sorprendido tanto con
este dicho que han llegado a la conclusión de que no es posible que Jesús lo
dijera. Han sugerido que, puesto que Mateo es el más judaico de los
evangelios, y puesto que Mateo lo escribió especialmente para convencer a los
judíos, éste es un dicho que Mateo puso en los labios de Jesús, Que no dijo
nada semejante. Pero ése es un razonamiento muy pobre, porque éste es un dicho
que es de lo más improbable que nadie se inventara; tanto es así que Jesús
tiene que haberlo dicho; y cuando lleguemos a ver lo que quiere decir
verdaderamente, comprenderemos que era inevitable que Jesús lo dijera.
Los judíos usaban la expresión La Ley de
cuatro maneras diferentes. (i) La usaban con referencia a los
Diez Mandamientos. (ii) La usaban en relación con los cinco primeros libros de la
Biblia, a los que llamamos Pentateuco que quiere decir literalmente Los
Cinco Rollos- que eran para los judíos la Ley par excellence, y como mucho
la parte más importante de la Biblia. (iii)
Usaban la frase La Ley y los Profetas con el sentido de toda la
Escritura; la usaban como una descripción global de todo lo que llamamos el
Antiguo Testamento. (iv) La usaban
con el sentido de Ley de los escribas u oral. En tiempos de Jesús era el
cuarto sentido y el más corriente; y fue de hecho esta Ley de los escribas la que
tanto Jesús como Pablo condenaron tajantemente.
¿Qué era, entonces, la Ley de los escribas? Podemos
ver hasta qué punto llegaban por los siguientes hechos. Durante muchas generaciones
esta Ley de los escribas no se escribió; era la Ley oral, y se trasmitía
de memoria en las generaciones de escribas. A mediados del siglo 111 d.C. se hizo un
sumario de ella y se codificó. Eso es lo que se conoce como la Misná; contiene 63
tratados sobre varios asuntos de la Ley, lo que la hace un libro casi tan
grande como la Biblia. Los estudiosos judíos posteriores se tomaron el trabajo
de hacer comentarios para explicar la Misná.
Estos comentarios son lo que se conoce como los Talmudes. El Talmud de Jerusalén tiene doce volúmenes impresos, y el Talmud de Babilonia, sesenta.
(W. Barclay).
Así que Cristo
vino a dar cumplimiento a la ley de Dios para establecer la suya propia, la ley
del amor, llamando a pecadores condenados por la ley anterior, perdonándoles sus pecados.
A primera vista esto podría parecer el pronunciamiento más alucinante que Jesús hizo en todo el Sermón del Monte. En este pasaje Jesús establece el carácter eterno de la Ley; y sin embargo Pablo podía decir: «Cristo es el fin de la Ley» (Rom_10:4 ).
A primera vista esto podría parecer el pronunciamiento más alucinante que Jesús hizo en todo el Sermón del Monte. En este pasaje Jesús establece el carácter eterno de la Ley; y sin embargo Pablo podía decir: «Cristo es el fin de la Ley» (Rom_10:4 ).
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