La Orotava, 23/12/2012.
Preguntas
en la Biblia.
Nos hacemos muchas preguntas
desde nuestra niñez y durante el transcurso de nuestra vida, hemos sido creados
con esa necesidad de buscar respuestas a nuestras inquietudes. Tanto es así que
para obtenerlas estamos dispuestos a invertir grandes sumas de dinero, como es
el caso de la industria aeroespacial, que en su afán de buscar vida en otros
planetas se gastan miles de millones de euros para este propósito. Sin embargo
los sabios de este mundo ignoran que muy cerca de ellos están las respuestas a
todas sus preguntas: “Cerca de ti esta la palabra, Deu_30:14”. Y se desvían del genuino camino que
conduce a todas las respuestas a nuestras preguntas.
Dios el creador nos ha hecho con un manual de
instrucción, ese manual es la Biblia, libro fiel y digno de ser creído por el genuino
cumplimiento que han tenido sus palabras en el transcurso de su historia.
Es por eso que hoy quisiera compartir con ustedes
el mensaje que ayer me toco exponer en la iglesia donde asisto, a propósito de
la celebración de lo que muchos llaman “La Navidad”.
Pregunta: ¿Dónde estás tú? Gen 3:9 Y llamó Jehová Dios a Adán, y le dijo:
¿Dónde estás
tú?
Esta
pregunta fue hecha a Adán y a Eva luego de que ambos desobedecieran al Dios
infinitamente justo, ¿acaso Dios no sabía dónde estaban? Por supuesto que sí,
sin embargo Dios buscaba de ellos una confesión propia del pecado cometido y
que sus propios labios confesaran su desobediencia.
Me llama la
atención de igual manera que el llamado de Dios no es en plural, El no les
dice: ¿Dónde están ustedes?, seguramente con esto Dios buscaba un sentido
personal y particular. No daremos cuenta por los demás, ni nuestros padres o
amigos cercanos darán cuenta por nosotros delante de Dios. Solos tú y yo y cada
persona somos responsables de rendirle cuenta a nuestro creador por nuestras acciones, Apo_20:12 Y vi
los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el
libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que
estaban escritas en los libros, según sus obras. Estimado
lector si Dios hoy te hiciese la misma pregunta que se le hizo a nuestros primeros padres, ¿Qué responderías?
¿Dónde estás tú? Y no me refiero físicamente sentado en la comodidad de tu
hogar frente a un ordenador o computador portátil leyendo estas líneas. Me
refiero a tu condición de criatura de Dios, ¿estás donde Dios quiere que estés?
O donde tú quieres estar.
Respuesta: Pasaron aproximadamente 4.000 años para que esta pregunta fuese
respondida; Ahora así como el que hace la pregunta es digno de honor, el que
responde no es menos. El mismo Señor Jesucristo se encarga de responderla,
narrando la historia verídica y real del rico y Lázaro. Una de las
descripciones que hace el rico del lugar donde se encuentra después de morir,
la encontramos en Luc
16:24 Entonces él (el rico), dando
voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que
moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Una
respuesta impactante a la condición nuestra después de la muerte, condición de
las almas que mueren sin tener la salvación que Cristo ofrece en vida. El rico vivió
una vida olvidado de Dios y ocupado en sus deleites y placeres. Si Dios le
hiciese la misma pregunta al rico hoy ¿Donde estas tu? Lamentablemente el rico
tendría que responder “estoy atormentado en esta llama”.
Afortunadamente
para nosotros esta no es la única respuesta, a la pregunta de Dios. El mismo
Señor se la respondió al ladrón que fue crucificado con él en el Gólgota. Uno
de los ladrones había observado el comportamiento de este “reo” que moría con
ellos, era diferente, no respondía con maldición, sino todo lo contrario, sus
palabras fueron “Padre perdónalos porque no sabe lo que hacen”, este ladrón había sido testigo de los
fenómenos extraordinarios que habían sucedido: el sol se oscureció, la tierra tembló
y un grito rompió el silencio de la oscuridad de boca del Señor Jesús “Dios mío,
Dios mío porque me has desamparado”. Todas estas cosas habían calado en la
mente de este moribundo ladrón, llevándole a pedirle a su compañero de juicio
una petición: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino” a lo que Jesús le dijo: “hoy estarás conmigo
en el paraíso”, que diferencia en relación con el caso anterior, si la misma
pregunta que se le hizo a Adán, se la hiciésemos
a este ladrón, El mismo Señor
respondería por él “hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Estimado
lector quisiera con toda responsabilidad hacerte reflexionar sobre la pregunta
más importante que alguna vez te han planteado. Si el Dios creador y soberano
te hiciese esta misma pregunta “¿Dónde estás tú? ¿Qué responderías?
Solo
existen dos posibles respuestas: “estoy atormentado en esta llama” o “Hoy
estarás conmigo en el paraíso” Cuando la muerte toque el débil hilo de tu
existencia (personalmente espero que pase muchísimo tiempo para eso) ¿dónde te
encontrarás en la eternidad? Espero que al igual que miles de personas recibas
la salvación que Dios solo puede dar a través de la muerte de su hijo en la
cruz. Jesús murió por ti par que tú, si le recibes como tu salvador, puedas
obtener vida eterna.
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