lunes, 24 de diciembre de 2012

Preguntas en la Biblia


La Orotava, 23/12/2012.
Preguntas en la Biblia.



Nos hacemos muchas preguntas desde nuestra niñez y durante el transcurso de nuestra vida, hemos sido creados con esa necesidad de buscar respuestas a nuestras inquietudes. Tanto es así que para obtenerlas estamos dispuestos a invertir grandes sumas de dinero, como es el caso de la industria aeroespacial, que en su afán de buscar vida en otros planetas se gastan miles de millones de euros para este propósito. Sin embargo los sabios de este mundo ignoran que muy cerca de ellos están las respuestas a todas sus preguntas: “Cerca de ti esta la palabra, Deu_30:14”. Y se desvían del genuino camino que conduce a todas las respuestas a nuestras preguntas.
Dios el creador nos ha hecho con un manual de instrucción, ese manual es la Biblia, libro fiel y digno de ser creído por el genuino cumplimiento que han tenido sus palabras en el transcurso de su historia.
Es por eso que hoy quisiera compartir con ustedes el mensaje que ayer me toco exponer en la iglesia donde asisto, a propósito de la celebración de lo que muchos llaman “La Navidad”.

Pregunta: ¿Dónde estás tú? Gen 3:9  Y llamó Jehová Dios a Adán, y le dijo: 
¿Dónde estás tú?
Esta pregunta fue hecha a Adán y a Eva luego de que ambos desobedecieran al Dios infinitamente justo, ¿acaso Dios no sabía dónde estaban? Por supuesto que sí, sin embargo Dios buscaba de ellos una confesión propia del pecado cometido y que sus propios labios confesaran su desobediencia.
Me llama la atención de igual manera que el llamado de Dios no es en plural, El no les dice: ¿Dónde están ustedes?, seguramente con esto Dios buscaba un sentido personal y particular. No daremos cuenta por los demás, ni nuestros padres o amigos cercanos darán cuenta por nosotros delante de Dios. Solos tú y yo y cada persona somos responsables de rendirle cuenta a nuestro creador por nuestras acciones, Apo_20:12  Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Estimado lector si Dios hoy te hiciese la misma pregunta que se le hizo  a nuestros primeros padres, ¿Qué responderías? ¿Dónde estás tú? Y no me refiero físicamente sentado en la comodidad de tu hogar frente a un ordenador o computador portátil leyendo estas líneas. Me refiero a tu condición de criatura de Dios, ¿estás donde Dios quiere que estés? O donde tú quieres estar.

Respuesta: Pasaron aproximadamente 4.000 años para que esta pregunta fuese respondida; Ahora así como el que hace la pregunta es digno de honor, el que responde no es menos. El mismo Señor Jesucristo se encarga de responderla, narrando la historia verídica y real del rico y Lázaro. Una de las descripciones que hace el rico del lugar donde se encuentra después de morir, la encontramos en Luc 16:24  Entonces él (el rico), dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
Una respuesta impactante a la condición nuestra después de la muerte, condición de las almas que mueren sin tener la salvación que Cristo ofrece en vida. El rico vivió una vida olvidado de Dios y ocupado en sus deleites y placeres. Si Dios le hiciese la misma pregunta al rico hoy ¿Donde estas tu? Lamentablemente el rico tendría que responder “estoy atormentado en esta llama”.
Afortunadamente para nosotros esta no es la única respuesta, a la pregunta de Dios. El mismo Señor se la respondió al ladrón que fue crucificado con él en el Gólgota. Uno de los ladrones había observado el comportamiento de este “reo” que moría con ellos, era diferente, no respondía con maldición, sino todo lo contrario, sus palabras fueron “Padre perdónalos porque no sabe  lo que hacen”,  este ladrón había sido testigo de los fenómenos extraordinarios que habían sucedido: el sol se oscureció, la tierra tembló y un grito rompió el silencio de la oscuridad de boca del Señor Jesús “Dios mío, Dios mío porque me has desamparado”. Todas estas cosas habían calado en la mente de este moribundo ladrón, llevándole a pedirle a su compañero de juicio una petición: “Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”  a lo que Jesús le dijo: “hoy estarás conmigo en el paraíso”, que diferencia en relación con el caso anterior, si la misma pregunta que se le hizo a Adán,  se la hiciésemos a este ladrón,  El mismo Señor respondería por él “hoy estarás conmigo en el paraíso”.
Estimado lector quisiera con toda responsabilidad hacerte reflexionar sobre la pregunta más importante que alguna vez te han planteado. Si el Dios creador y soberano te hiciese esta misma pregunta “¿Dónde estás tú? ¿Qué responderías?
Solo existen dos posibles respuestas: “estoy atormentado en esta llama” o “Hoy estarás conmigo en el paraíso” Cuando la muerte toque el débil hilo de tu existencia (personalmente espero que pase muchísimo tiempo para eso) ¿dónde te encontrarás en la eternidad? Espero que al igual que miles de personas recibas la salvación que Dios solo puede dar a través de la muerte de su hijo en la cruz. Jesús murió por ti par que tú, si le recibes como tu salvador, puedas obtener vida eterna. 

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