sábado, 13 de septiembre de 2025

El contacto divino: Jesús toca la oreja del siervo herido (5) – Lucas 22:51.txt no 116.

    En una época de barreras culturales, religiosas y físicas, el acto de tocar a alguien podía ser transgresor, incluso escandaloso. Y sin embargo, en los Evangelios, Jesús lo hace repetidamente. La frase “le tocó”, “tocándole”, o similares aparece en momentos claves durante su ministerio, y en cada caso, ese contacto físico se convierte en una manifestación del Reino de Dios: sanador, restaurador, liberador y por mucho cercano.

    Para una generación que lucha con el aislamiento, el miedo al contagio y la desconexión relacional, estas escenas no son solo históricas: son espiritualmente contemporáneas. ¿Qué significó que Jesús tocara a un leproso, a una niña muerta o a los ojos de un ciego? ¿Y qué implica eso para nosotros hoy? Veamos a continuación cuando Dios extiende su mano:

> “Y tocando su oreja, le sanó.” (Lucas 22:51)

    En medio del arresto de Jesús en el monte de los olivos, cuando todo apunta al caos, Jesús responde con misericordia. Su último milagro antes de la cruz es un toque de restauración a un enemigo. Cristo no solo corrige el entuerto que Pedro hizo sino que le devuelve a su agresor el sentido perdido. El toque milagroso de Jesús quiere y puede devolverte definitivamente todo lo que el mundo o tu mal preceder te hizo perder. Aun cuando somos hostiles, Jesús no nos golpea. Sino que nos toca y nos  sana.

 Ahora que papel jugamos los creyentes redimidos en este rol de acercamiento "para tocar". Jesús, al tocarnos, nos da una nueva vocación: ser sus manos en el mundo. En una sociedad marcada por el miedo al contacto (emocional, espiritual o físico), estamos llamados a "tocar", (entiéndase bien la frase)  con compasión, pureza e intención mediadora. ¿A quién has evitado por miedo, prejuicio o comodidad? ¿Hay alguien "intocable" en tu entorno que necesita ser amado con el toque de Cristo a través de ti? La iglesia no debe ser un museo de puritanismo, sino un hospital donde el toque de gracia fluye de unos a otros y hacia el mundo.

    ¿Y si Dios quiere tocarte? Muchos ven a Dios como lejano, intocable o desinteresado. Pero el Evangelio presenta a un Dios que, en Cristo, te busca para tocarte. No para juzgarte de inmediato, sino para sanarte, despertarte, devolverte la visión y limpiarte.

    El toque de Jesús no fue reservado para los "buenos" (aunque nadie lo sea). Fue para los impuros, los desahuciados, los confundidos y los enemigos. Si eso te describe, entonces eres exactamente el tipo de persona que Él tocó cuando caminó por esta tierra. Y El quiere hacerlo ahora en tu vida.

Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante y hasta curiosa para el
 conocimiento sobre Dios y tu futuro eterno. 

                      

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martes, 2 de septiembre de 2025

El contacto divino: Jesús toca los ojos de los ciegos (4) – Mateo 9:29; 20:34. txt no. 115.

     

    Para una generación que lucha con el aislamiento, el miedo al contagio y la desconexión relacional, estas escenas no son solo históricas: son espiritualmente contemporáneas. ¿Qué significó que Jesús tocara a un leproso, a una niña muerta o a los ojos de un ciego? ¿Y qué implica eso para nosotros hoy? Veamos a continuación cuando Dios extiende su mano:

> “Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho.” (Mateo 9:29)

    Los ciegos eran vistos con sospecha, a veces incluso como merecedores de castigo divino (cf. Juan 9:2). Jesús toca donde el dolor está más concentrado. Su toque abre ojos físicos y espirituales. En 2 Cor 4:4 se  nos recuerda que "el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos". Cristo vino a revertir esa maldición; Lo hizo en el pasado y lo puede hacer hoy contigo, si tu le dejas actuar.

    Las escenas en Mateo 9:29 y 20:34 nos presentan a Jesús tocando los ojos de ciegos y devolviéndoles la vista. En ambas, el énfasis no está solamente en el poder de Cristo para sanar, sino en la respuesta humana: la fe. El evangelio subraya que la fe abre la puerta a la intervención de Dios, no porque tenga poder en sí misma, sino porque nos conecta con el único que tiene poder. John Lennox suele recordar que la fe cristiana no es un salto al vacío, sino una confianza racional y relacional en una Persona real: Jesucristo.

    Veamos cómo toda la Escritura ilumina este principio y qué implica hoy para nosotros:

  • 1. La fe como llave de lo imposible:  Mateo 9:29: “Conforme a vuestra fe os sea hecho”. La sanidad no dependía de rituales ni méritos, sino de confiar en la capacidad del hijo de Dios,  Jesús. Hebreos 11:6: “Sin fe es imposible agradar a Dios”. La fe no es opcional, sino el medio de relacionarse con Él. Marcos 9:23: “Al que cree todo le es posible”. La fe no crea realidades mágicas, sino que conecta con el poder de Dios.
  • 2. La compasión de Cristo como fundamento: Mateo 20:34: “Jesús, compadecido, tocó sus ojos”. La fe no se apoya en frialdad divina, sino en la compasión del Salvador. Éxodo 34:6 describe a Dios como “compasivo y clemente”. La fe descansa en el carácter de Dios, así como en la intensidad de nuestra confianza.
  • 3. La fe probada y purificada: Abraham creyó contra esperanza (Romanos 4:18-21). Los discípulos clamaron: “Auméntanos la fe” (Lucas 17:5). La Biblia reconoce la fragilidad humana, pero apunta a la fidelidad de Dios.

Aplicaciones prácticas, Para el creyente:

  • Fe que actúa: La fe no es solo convicción interna, sino obediencia visible. Como los ciegos que clamaron a Jesús, nuestra confianza debe movernos a la acción.
  • Fe en la compasión de Cristo: Muchos dudan porque miran sus debilidades. El llamado es a mirar a Cristo, cuyo corazón está lleno de compasión.
  • Fe en el día a día: No solo para milagros espectaculares, sino en la provisión diaria, la lucha contra el pecado y la esperanza futura (Filipenses 4:19).

Aplicaciones prácticas, Para el incrédulo:

  • Una invitación, no una imposición: Jesús no exige una fe perfecta, sino una apertura genuina a su persona (Juan 1:12).
  • De la incredulidad a la confianza: El mayor milagro no es la vista física, sino la vista espiritual (2 Corintios 4:6). Creer en Cristo no es perder la razón, sino encontrar sentido y verdad.
  • El llamado a decidir: Rechazar a Cristo es seguir en ceguera espiritual. Creer en Él es recibir vida y luz.

    ¿Y si Dios quiere tocarte? Muchos ven a Dios como lejano, intocable o inalcanzable. Pero el Evangelio presenta a un Dios que, en Cristo, te busca para tocarte. No para juzgarte de inmediato, sino para sanarte, despertarte, devolverte la visión y limpiarte.

    El toque de Jesús no fue reservado para los "buenos" (aunque nadie lo sea). Fue para los impuros, los desahuciados, los confundidos y los enemigos. Si eso te describe, entonces eres exactamente el tipo de persona que Él tocó cuando caminó por esta tierra. Y El quiere hacerlo ahora en tu vida.

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viernes, 29 de agosto de 2025

“Así como piensa en su corazón, tal es él” — Una mirada bíblica - exegética a Proverbios 23:7. txt, no. 114.


    Vivimos en una época donde el pensamiento es un campo de batalla. Ideas, filosofías y creencias moldean nuestra identidad y acciones. La Biblia, con su profunda sabiduría, ya anticipaba esto mucho antes de la psicología moderna. En Proverbios 23:7 leemos: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Este versículo nos invita a considerar la relación inseparable entre lo que pensamos y lo que somos.

    El libro de Proverbios condensa sabiduría práctica en frases que revelan principios universales de la vida humana bajo la perspectiva de Dios. En este pasaje se conecta pensamiento, corazón y ser. Para entenderlo plenamente, debemos explorar las palabras clave en su idioma original y cómo la Biblia entera desarrolla esta idea.

Veamos a continuación una exégesis de palabras claves en este versículo :

    1. “Pensamiento”Hebreo: שָׁעַר (shaʿar): Literalmente significa “calcular, evaluar, estimar”. Aquí no se trata de un pensamiento pasajero, sino de una valoración interior, un proceso de juicio que ocurre en lo profundo del ser. La idea es que lo que uno continuamente calcula en su interior termina revelando la verdadera naturaleza de la persona.

    2. “Corazón”Hebreo: לֵב (lev): En la Biblia hebrea, el corazón no es solo asiento de emociones, sino del intelecto, la voluntad y la conciencia moral. De allí provienen decisiones y deseos (Proverbios 4:23).

Aplicación: lo que ocurre en el lev (corazón), no se queda oculto; determina quién eres y cómo actúas.

    3. “Tal es él”Hebreo: הוּא (huʼ): Esta afirmación identifica la esencia de la persona con su pensamiento interno. El “yo verdadero” no se mide por lo que se dice externamente, sino por lo que se alberga en su interior o sea en el corazón.

    Desarrollo bíblico posterior en el Nuevo Testamento: Pablo retoma esta idea usando la palabra griega νοῦς (nous), traducida como “mente/entendimiento” (Romanos 12:2). Jesús también lo confirma: “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mateo 12:34). Por tanto, el pensamiento interno es la semilla de las acciones externas.

    Aplicaciones para el creyente:

  • Autenticidad espiritual: No basta con palabras religiosas o apariencia. Lo que eres en tu lev es lo que realmente eres delante de Dios (1 Samuel 16:7). Te hago una pregunta personal: ¿tus pensamientos reflejan confianza en Dios o en un cálculo egoísta?
  • Renovación continua: El apóstol Pablo nos recuerda en Romanos 12:2: “Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. Lo que nos exhorta a recordar que debemos dedicar tiempo diario a examinar y alinear nuestros pensamientos con la Palabra de Dios, permitiendo que el Espíritu Santo corrija patrones errados.
  • Pensar como Cristo: En Filipenses 2:5: “Haya en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. Cada decisión es una oportunidad de reflejar la humildad y obediencia de Cristo en tu manera de pensar.

    En contraste para el incrédulo ateo el enfoque es totalmente diferente:

  • El autoengaño del corazón: Jeremías 17:9: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas”. Reconoce que tus pensamientos no son neutrales; pueden estar deformados por el pecado y las ideologías pasajeras.
  • El vacío del cálculo humano: En Romanos 1:21 muestra que apartarse de Dios oscurece el razonamiento. Reflexiona sobre si tu manera de pensar responde realmente a las preguntas más profundas de la vida: origen, propósito, destino.
  • La necesidad de una mente renovada en Cristo: Efesios 4:23 invita a ser “renovados en el espíritu de vuestra mente”. Abrir tu corazón a Cristo no solo implica un cambio religioso, sino la transformación radical de tu manera de pensar y vivir.

    Proverbios 23:7 entonces revela que nuestros pensamientos definen nuestra identidad real. El hebreo deja claro que lo que calculamos en lo profundo de nuestro corazón, eso somos en esencia. La Biblia en su conjunto confirma que el corazón y la mente no son meros espacios privados: son el campo de batalla del alma. Para el creyente, esto implica rendir cada pensamiento a Cristo y vivir con autenticidad. Para el incrédulo, significa reconocer que sin Dios el pensamiento está distorsionado y necesita ser renovado en Cristo.

    Al final, la pregunta inevitable es: ¿En qué ocupas tus pensamientos? Porque lo que piensas en lo mas interno de tu corazón, eso definirá lo que eres.

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domingo, 24 de agosto de 2025

El contacto divino: Jesús toma de la mano a una niña muerta (3), – Marcos 5:41; Lucas 8:54 txt, no. 113

    En una época de barreras culturales, religiosas y físicas, el acto de tocar a alguien podía ser transgresor, incluso escandaloso. Y sin embargo, en los Evangelios, Jesús lo hace repetidamente. La frase “le tocó”, “tocándole”, o similares aparece en momentos claves durante su ministerio, y en cada caso, ese contacto físico se convierte en una manifestación del Reino de Dios: sanador, restaurador, liberador.

    Para una generación que lucha con el aislamiento, el miedo al contagio y la desconexión relacional, estas escenas no son solo históricas: son espiritualmente contemporáneas. ¿Qué significó que Jesús tocara a un leproso, a una niña muerta o a los ojos de un ciego? ¿Y qué implica eso para nosotros hoy? Veamos a continuación cuando Dios extiende su mano:

 Jesús toma de la mano a una niña muerta – Marcos 5:41; Lucas 8:54

> “Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi.” (Marcos 5:41).

    Tocar un cadáver también era prohibido (Números 19:11). Pero Jesús desafía la muerte con autoridad. Su toque no solo rompe tabúes, sino que resucita. Él no es contaminado por la muerte: El la derrota.

    El contacto de Cristo no es sentimentalismo. Es una invasión de vida sobre la muerte. Él toma de la mano al que yace sin esperanza y le levanta para una nueva novedad de vida.

    Jesús se acerca a nuestros momentos más oscuros sin esperar una invitación formal. Incluso cuando no sabemos cómo orar, Él ve nuestras lágrimas. Su compasión no es pasiva: se expresa con acciones concretas. Como discípulos, debemos aprender no solo a “ver” el dolor, sino a “tocar” el sufrimiento con el amor restaurador de Cristo.

    Quizá sientas que la muerte —literal o emocional— ha marcado tu vida. Pero en Cristo hay esperanza incluso cuando la procesión parece definitiva. El Evangelio declara que Jesús no se aparta del dolor humano, sino que entra en él con poder y ternura. Su toque puede detener tu caminar hacia la desesperanza.

    El toque de Jesús no fue reservado para los "buenos" (aunque nadie lo sea). Fue para los impuros, los desahuciados, los confundidos y los enemigos. Si eso te describe, entonces eres exactamente el tipo de persona que Él tocó cuando caminó por esta tierra. Y El quiere hacerlo ahora en tu vida. Permite que el toque divino de Jesús transforme tu vida para siempre!

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jueves, 21 de agosto de 2025

El amor genuino del Cantar de los Cantares. txt no 112.

    Entre los libros más sorprendentes de la Biblia se encuentra el Cantar de los Cantares. Lejos de ser un texto meramente poético o romántico, este libro nos conduce a una reflexión profunda sobre la naturaleza del amor humano y su lugar en el plan de Dios. El amor descrito no es banal ni pasajero, sino un amor genuino que refleja la pureza, la exclusividad y la fuerza de la unión matrimonial.

    El mensaje central del amor genuino en el libro del Cantar celebra la relación entre un hombre y una mujer, mostrando que el matrimonio no es simplemente un contrato social, sino una unión de corazón, alma y cuerpo. En Cantares 8:6-7 leemos: > “Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor…” Este lenguaje es intenso y radical:

  • El amor es exclusivo (Un sello sobre tu corazón).
  • Es inquebrantable (Ni las muchas aguas podrán apagarlo).
  • Es incalculable en valor (Si alguien ofreciera todos sus bienes por este amor, sería despreciado).

    En un mundo donde la palabra “amor” se diluye en emociones pasajeras o intereses temporales, el Cantar nos recuerda que el amor genuino es entrega, seguridad y deleite en el otro.

    Para el creyente cristiano, este amor tiene una doble dimensión:

    1. En el matrimonio, llama a cultivar un amor fiel, admirativo y apasionado, donde los esposos se afirmen mutuamente como un reflejo del pacto divino.

    2. En la relación con Cristo, el Cantar apunta a una verdad aún mayor: el amor de Cristo por su iglesia es fiel, indestructible y eterno (Efesios 5:25). Así como los esposos se pertenecen con exclusividad, así el creyente pertenece a Cristo con una seguridad inviolable.

    En conclusión el Cantar de los Cantares nos confronta con la grandeza del amor según Dios: Es fuerte, puro e invencible. En una cultura donde el amor se confunde con el deseo efímero, el creyente está llamado a vivir un amor que refleje el carácter de Cristo: genuino, comprometido y eterno.

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miércoles, 20 de agosto de 2025

Cristo resucitó...y nosotros resucitaremos con Él. ICE La Orotava 17/08/2025 .mp4 no. 111


    1Cor 15: 1-9. Los discípulos de Jesús, después de su muerte no habían entendido que el resucitaría. Juan 20:9, Marcos 16:11, 13; María Magdalena del mismo modo pensó que se habían robado del sepulcro el cuerpo de su Señor. Juan 20:13; Tomás el incrédulo, necesitaba ver para creer que Jesús había resucitado Juan 20:25. Cleofas y su condiscípulo camino a Emaús, tuvieron un encuentro con su Maestro, sin saberlo le manifestaron su tristeza pensando que con su muerte todo estaba perdido Lucas 24:19-24; Marcos 16:12-13.

Y todo lo anterior descrito aconteció, justo después de la muy reciente muerte del Señor, y pudiéramos pensar bueno, seguro que luego de esto nadie más dudó de la resurrección del Señor. Nada mas lejos de la realidad. Ya que esta idea se había difundido en la iglesia de Corinto, tal ves influenciada por la filosofía cultural Griega, que pensaba que el cuerpo era una clase de prisión donde el espíritu debía purgar sus culpas; Y que la muerte era una especie de liberación espiritual de esa prisión.

Cristo resucitó...y nosotros resucitaremos con Él.

Sergio Simoes. ICE La Orotava 17/08/2025.

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martes, 19 de agosto de 2025

El Nazareato: Llamada a la Consagración hoy. Números 6. txt no. 110


    En la narrativa bíblica, pocos votos son tan singulares y contraculturales como el Nazareato descrito en Números 6. En una sociedad que se regía por la vida comunitaria de Israel y por la adoración en el tabernáculo, este voto representaba un acto voluntario de separación total para Dios. No era una obligación impuesta a todos, sino un compromiso personal y especial de entrega que transformaba el estilo de vida del que lo hacía.

    El eminente escritor John Lennox suele resaltar que la fe bíblica no se reduce a una teoría religiosa, sino que involucra compromisos prácticos y visibles. Así ocurre con el Nazareato: era una fe que se veía, olía, y hasta se notaba en el aspecto físico externo.

    1. El voto del Nazareato: contexto y significado.

    La palabra hebrea para “nazareo” es נָזִיר (nazîr), que significa separado, consagrado, dedicado. En el texto, el voto incluía tres elementos clave:

  • Abstinencia de productos de la vid (Números 6:3-4). Implicaba no beber vino, sidra, ni comer uvas o pasas. El vino era símbolo de alegría y celebración (Sal 104:15), por lo que la abstinencia señalaba una renuncia a placeres legítimos para enfocarse en Dios.
  • No cortar el cabello (Nm 6:5). El cabello largo era una señal externa de su consagración. El término hebreo perá (פֶּרַע) implica dejar crecer algo sin restricción; aquí, como símbolo de un tiempo de dedicación exclusiva.
  • Evitar contacto con muertos (Nm 6:6-7). El tamé (טָמֵא, “impuro”) no era sólo un concepto ritual, sino una imagen de separación de todo lo que representa muerte y corrupción.

    2. El Nazareato y el Nuevo Testamento.

    En el NT, el voto de Nazareato no aparece como un mandato para la iglesia, pero sí encontramos referencias y principios. Juan el Bautista: Lucas 1:15 dice que no bebería vino ni sidra; su vida era de separación total para preparar el camino del Señor. Pablo: En Hechos 18:18 y 21:23-24, se menciona que participó en votos que probablemente tenían elementos nazareos. Jesús: Aunque no fue nazareo en sentido estricto (bebió vino, Mateo 11:19), Él encarnó la consagración perfecta que el Nazareato prefiguraba.

    El griego del NT usa ἁγιάζω (hagiazō, “santificar, apartar para uso sagrado”) para describir nuestra posición en Cristo (Juan 17:17; 1 Tes 5:23). Así como el nazareo era apartado visiblemente, el creyente es llamado a ser apartado espiritualmente.

    3. Exégesis y aplicación para el cristiano de hoy

    El voto de Nazareato, aunque culturalmente específico, encierra principios eternos:

  • Separación voluntaria: El Nazareato era opcional (Nm 6:2). En el NT, la santidad no es opcional, pero sí hay un llamado voluntario a grados más profundos de entrega (Romanos 12:1-2).
  • Renuncia a lo legítimo: No todo lo que se deja es pecado; a veces se renuncia a algo bueno para ganar algo mejor (Fil 3:7-8).
  • Identidad visible: El cabello largo del nazareo era una señal pública; hoy, nuestra “señal” es el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23).
  • Pureza radical: Evitar el contacto con muertos apuntaba a evitar la muerte espiritual; en Cristo, esto implica apartarnos de todo lo que contamina cuerpo y alma (2 Cor 7:1).

    El Nazareato es una protesta silenciosa contra una vida centrada en sí misma. En un mundo donde “yo decido” es el lema, el nazareo decía: Dios decide. El creyente genuino a día de hoy debería decir lo mismo.

    Este voto apuntaba a algo mayor: el día en que Dios mismo se separaría para nuestra salvación. En Jesús encontramos el cumplimiento: Él es el verdadero que ha sido apartado, el Nazōraios (Ναζωραῖος, “de Nazaret”, pero también con resonancia de nazîr). En Él, no hacemos votos para ganarnos a Dios, sino que vivimos consagrados porque ya somos Suyos.

    El Nazareato en Números 6 no es una reliquia del pasado, sino un espejo que refleja el corazón del discipulado cristiano: separación, renuncia y entrega total. En Cristo, somos llamados a vivir no bajo un voto temporal, sino bajo un pacto eterno y voluntario, donde cada día es un acto de adoración.

    La pregunta que nos queda es: ¿Qué “vid” debemos dejar, qué “cabello” debemos dejar crecer, y qué “muertos” debemos evitar para vivir apartados para Dios en medio de un mundo que lo ignora?

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miércoles, 13 de agosto de 2025

5 maneras como el A.T y el N.T presentan al Sumo Sacerdote txt no. 109.

🕎 ANTIGUO TESTAMENTO: REFERENCIAS DEL SUMO SACERDOTE.


        1. Representación del pueblo ante Dios.

  • Éxodo 28:1, 29–30 – Aarón debía llevar los nombres de las tribus de Israel sobre su pecho y hombros como señal de intercesión.
  • Levítico 16 – En el Día de la Expiación, el sumo sacerdote ofrecía sacrificios por los pecados del pueblo.

        2. Ofrecimiento de sacrificios por el pecado.

  • Levítico 4:3–12 – El sumo sacerdote debía ofrecer sacrificios cuando él o el pueblo pecaba.
  • Éxodo 30:10 – Hacía expiación una vez al año con la sangre del sacrificio.

        3. Entrada al Lugar Santísimo.

  • Levítico 16:2–17 – Solo el sumo sacerdote podía entrar al Lugar Santísimo, y solo una vez al año, con sangre.
        4. Vestimenta y consagración especial.

  • Éxodo 28 y 29 – Detalla las vestiduras sagradas y la ceremonia de consagración.
  • Éxodo 39:27–31 – Vestiduras con significado espiritual (e.g., santidad al Señor).

        5. Intercesión y mediación.

  • Números 16:46–48 – Aarón intercede para detener la ira de Dios en medio de una plaga.
  • Éxodo 28:36–38 – Lleva en su frente una placa que simboliza el “pecado del pueblo”.

✝️ NUEVO TESTAMENTO: JESÚS COMO SUMO SACERDOTE.


        1. Jesús como Sumo Sacerdote eterno.

  • Hebreos 4:14–15 – “Tenemos un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos…”

  • Hebreos 5:1–10 – Jesús fue designado por Dios como sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.

        2. No necesita ofrecer sacrificios por sí mismo.

  • Hebreos 7:26–28 – Jesús, santo y sin pecado, no necesita ofrecer sacrificio por sus propios pecados.

  • Hebreos 9:12 – “Entró una vez para siempre al Lugar Santísimo… habiendo obtenido eterna redención.”

        3. Ofreció su propia sangre, no la de animales.

  • Hebreos 10:4–12 – Un solo sacrificio para siempre, en contraste con los sacrificios repetidos del A.T.

        4. Abrió el acceso al Lugar Santísimo (al cielo).

  • Hebreos 10:19–22 – Podemos entrar confiadamente al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús.

  • Mateo 27:51 – El velo del templo se rasgó cuando murió, indicando acceso directo a Dios.

        5. Intercesor eterno.

  • Hebreos 7:25 – “Vive siempre para interceder por ellos.”

  • Romanos 8:34 – Jesús intercede por nosotros ante el Padre.

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martes, 5 de agosto de 2025

El contacto divino: Jesús toca el féretro del hijo de una viuda (2)– Lucas 7:11–15. txt no. 108.

   

    En una época de barreras culturales, religiosas y físicas, el acto de tocar a alguien podía ser transgresor, incluso escandaloso. Y sin embargo, en los Evangelios, Jesús lo hace repetidamente. La frase “le tocó”, “tocándole”, o similares aparece en momentos claves durante su ministerio, y en cada caso, ese contacto físico se convierte en una manifestación del Reino de Dios: sanador, restaurador, liberador.

    Para una generación que lucha con el aislamiento, el miedo al contagio y la desconexión relacional, estas escenas no son solo históricas: son espiritualmente contemporáneas. ¿Qué significó que Jesús tocara a un leproso, a una niña muerta o a los ojos de un ciego? ¿Y qué implica eso para nosotros hoy? Veamos a continuación cuando Dios extiende su mano:

    Jesús toca el féretro del hijo de la viuda de Naín – Lucas 7:11–16

> “Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.” (Lucas 7:14)

    Este es uno de los milagros más conmovedores de Jesús. Una viuda —una figura profundamente vulnerable en la sociedad del primer siglo— ha perdido a su único hijo. Jesús no es llamado, ni se le ruega. Él ve, se compadece… y actúa.

      En el judaísmo, la muerte era no solo el fin de la vida, sino también una separación de la bendición de Dios. El acto de tocar el féretro (gr. σορός, soros) implica un gesto intencional y público. No era necesario para el milagro, pero fue esencial para la viuda. Jesús no solo resucita al joven; honra a la madre, restaura una familia y afirma que en Él, el luto se transforma en alabanza.

    Al tocar el féretro, Jesús nuevamente transgrede las normas levíticas sobre la impureza ritual (Números 19:11, 16). Pero como en otras ocasiones, el contacto no lo mancha a Él; su santidad vence la muerte. Al tocar el lecho mortuorio, Jesús detiene la procesión fúnebre y con ella el peso de la desesperanza.

    Jesús se acerca a nuestros momentos más oscuros sin esperar una invitación formal. Incluso cuando no sabemos cómo orar, Él ve nuestras lágrimas. Su compasión no es pasiva: se expresa con acciones concretas. Como discípulos, debemos aprender no solo a “ver” el dolor, sino a “tocar” el sufrimiento con el amor restaurador de Cristo.

    Quizá sientas que la muerte —literal o emocional— ha marcado tu vida. Pero en Cristo hay esperanza incluso cuando la procesión parece definitiva. El Evangelio declara que Jesús no se aparta del dolor humano, sino que entra en él con poder y ternura. Su toque puede detener tu caminar hacia la desesperanza.

    El toque de Jesús no es solo poder. Es presencia. Como señala el eminente escritor Jhon Lennox en sus escritos, <el cristianismo es único en su afirmación de un Dios que entra en el mundo físico. No se limita a “enviar energía” desde el cielo. Él se involucra corporalmente>. La encarnación no es solo un dogma: es una declaración radical de que Dios se compromete con nuestra materia, nuestra miseria, nuestra humanidad. En cada toque, Jesús reitera que no vino a evitar nuestra suciedad, sino a redimirla.

    Y tu, te dejarás transformar por ese toque poderoso y cercano por parte del Señor Jesucristo? Déjalo actuar en tu vida y verás el cambio transformador que operará para tu bien y el de los que te rodean.

Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante y hasta curiosa para el
 conocimiento sobre Dios y tu futuro eterno. 

                      

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