viernes, 13 de junio de 2025
Porque enseñaba Jesús en parábolas? Lc 8:9-10; Algunas propuestas.txt no. 88
domingo, 8 de junio de 2025
Resurreción de Cristo, garantía de nuestra resurreción. 1ra. Cor 15:20-58. txt no. 87 2da. parte.
4. Pero ahora Cristo ha resucitado (v. 20): El nuevo Adán y la garantía de vida.
Con fuerza apostólica, Pablo declara: “Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. ”La palabra ἀπαρχὴ (aparche), “primicias”, proviene del contexto agrícola del Antiguo Testamento (Lev. 23:10-14), donde la primera parte de la cosecha se ofrecía a Dios como garantía del resto. Así, la resurrección de Cristo es la garantía segura de nuestra futura resurrección.
Pablo compara a Cristo con Adán: “Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados” (v. 22). Así como la muerte entró por un hombre, del mismo modo la vida y la resurrección también. La muerte entró por Adán y la vida por el postrer Adán (Cristo).
5. El orden de la resurrección y la victoria final (vv. 23–28).
La resurrección en este capítulo tiene un orden cronológico y Pablo lo describe de la siguiente manera:
- Cristo
- Los que son de Cristo en su venida
- Luego el fin, cuando entregue el reino al Padre
En el v. 26, Pablo dice: “El postrer enemigo que será destruido es la muerte. ”El término καταργέω (katargeō), traducido como “destruido”, significa ser reducido a la impotencia. La muerte, el enemigo más implacable, será finalmente vencida por Cristo, el Rey resucitado.
6. La esperanza de un cuerpo glorificado (vv. 35–49).
Frente a las preguntas escépticas sobre “¿Cómo resucitan los muertos?”, Pablo responde con ilustraciones naturales. Así como una semilla muere para producir una planta nueva, nuestro cuerpo presente es sembrado en corrupción y resucita incorruptible. El término σῶμα πνευματικόν (sōma pneumatikon) no significa un cuerpo etéreo o fantasmal, sino un cuerpo animado y capacitado por el Espíritu Santo, en contraste con el cuerpo natural (ψυχικόν / psychikon), gobernado por la carne.
7. El misterio revelado: Transformación instantánea (vv. 50–58)
En un lenguaje triunfante, Pablo revela un misterio (μυστήριον / mystērion): “No todos dormiremos; pero todos seremos transformados. ”Esto ocurrirá “en un momento, en un abrir y cerrar de ojos”. El griego ἄτομος (atomos) implica un tiempo indivisible. Será instantáneo. Los muertos resucitarán incorruptibles, y los vivos serán transformados.
El aguijón de la muerte, que es el pecado, ha sido removido por la victoria de Cristo. Así Pablo exclama: “¡Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!”
De todo lo anterior podemos deducir que debemos vivir a la luz de la resurrección; Vivir con esperanza firme. La resurrección no es sólo futura: da propósito ahora. Tu dolor en la prueba, tu trabajo, tu santidad tienen sentido eterno gracias a la resurrección de Cristo.
Del mismo modo no debemos temer a la muerte. La muerte ha sido vencida. No es una tragedia final, sino una puerta a la eterna gloria.
A parte de todo debemos ser constantes en el servicio al Señor. Pablo concluye diciendo: “Sed firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” (v. 58). El verbo περισσεύοντες (perisseuontes), “creciendo”, implica abundar más allá de lo necesario. La resurrección impulsa a un cristianismo ferviente, y no tibio.
Si Cristo vive, todo cambia; Negar la resurrección es como remover el corazón del cuerpo. Pero afirmar con fe que Cristo ha resucitado es abrazar una vida de poder, esperanza y propósito.
No es sólo una doctrina para la Pascua, sino el fundamento de cada día del creyente. Como diría Juan Calvino: “La resurrección de Cristo es la causa eficaz y garantía de la nuestra". Cristo vive. Por tanto, viviremos también nosotros. Y esta vida perdurará por toda la eternidad.
Cabe la pregunta: ¿"Estamos viviendo conforme a la realidad de nuestra futura resurrección"?
(Viene del anterior: La resurreción de Cristo...)
Resucitaré
sábado, 7 de junio de 2025
Resurreción de Cristo, garantía de nuestra resurreción. 1ra. Cor 15:1-19. txt no. 86 1ra. parte.
Los discípulos de Jesús, después de su muerte no habían entendido que el resucitaría. Juan 20:9, Marcos 16:11, 13; María Magdalena del mismo modo pensó que se habían robado del sepulcro el cuerpo de su Señor. Juan 20:13; Tomás el incrédulo, necesitaba ver para creer que Jesús había resucitado Juan 20:25. Cleofas y su condiscípulo camino a Emaús, tuvieron un encuentro con su Maestro, sin saberlo le manifestaron su tristeza pensando que con su muerte todo estaba perdido Lucas 24:19-24; Marcos 16:12-13.
Y todo lo anterior descrito aconteció, justo después de la muy reciente muerte del Señor, y pudiéramos pensar bueno, seguro que luego de esto nadie más dudó de la resurrección del Señor. Nada mas lejos de la realidad. Ya que esta idea se había difundido en la iglesia de Corinto, tal ves influenciada por la filosofía cultural Griega, que pensaba que el cuerpo era una clase de prisión donde el espíritu debía purgar sus culpas; Y que la muerte era una especie de liberación espiritual de esa prisión.
En 1 Corintios 15, el apóstol Pablo confronta una iglesia confundida y quizás influenciada por el pensamiento griego, que negaba la resurrección corporal. Pablo no suaviza su mensaje. No ofrece metáforas vacías. Declara con poder y claridad que Cristo ha resucitado—y que su resurrección garantiza la nuestra. Veamos a continuación la estructura del mensaje del apóstol en este capítulo 15:
1. El Evangelio de la resurrección: El mensaje de las buenas nuevas no es una invención humana, sino un mensaje divino (vv. 1–11).
Pablo comienza recordando el evangelio que les predicó, el cual ellos recibieron, en el cual permanecen, y por el cual son salvos. El verbo prediqué, παραλαμβάνω (paralambanō) en el v. 3 implica una transmisión y entrega fiel, como una herencia sagrada. No es un mensaje inventado por los apóstoles, sino recibido directamente del Señor y entregado a ellos guardando fielmente el contenido original (cf. Gál. 1:12).
La estructura del evangelio es clara: Cristo murió por nuestros pecados, fue sepultado, resucitó al tercer día y fue visto por muchos testigos. El término griego ἐγήγερται (egēgertai) en el v. 4, traducido como “resucitó”, está en perfecto pasivo indicativo, indicando una acción real completada con resultados permanentes. Cristo resucitó y sigue vivo hoy. No fue una experiencia subjetiva, sino un evento histórico y eterno.
2. Testigos de la resurrección: En los versos del 5 al 8 encontramos una serie de testigos oculares de la resurrección del Señor y el argumento del apóstol aquí es irrefutable. Ningún juez en ningún tribunal se atrevería a ignorar las pruebas y testimonios presentadas por testigos oculares y presenciales. Y no es solo uno, sino más de 500 testigos que darían fe que El resucitó. Los testigos son:
- Cefas: Vrs.5(a), (ref. Lc 24:34; Jn 20:19-26; Hch 10:41).
- A los doce: Vrs.5(b) (ref. Mr 16:14; Lc 24:36; Jn 20:19-26; Hch 1:2-14).
- A más de 500: Vrs.6 (ref. Mt 28:7; 10, 16,17; Mr 16:7; Hch 1:3).
- A Jacobo: Vrs. 7 (ref. Hch 1:14; Gal 1:19; Luc 10:1).
- A Pablo: 1Co 9:1; Hch 9:3-5; 17; 18:9).
3. Las consecuencias devastadoras de la "no" resurrección de Cristo (vv. 12–19)
Pablo argumenta lógicamente: si no hay resurrección de los muertos, entonces ni Cristo resucitó, y si Cristo no resucitó entonces:
- Nuestra predicación es vana (κενός / kenos): vacía de contenido real.
- Nuestra fe es inútil (ματαία / mataia): sin propósito.
- Somos falsos testigos.
- Estamos todavía en nuestros pecados.
- Los que murieron en Cristo perecieron sin esperanza.
Este pasaje y sus argumentos corta como espada de doble filo. No deja espacio para medias tintas. La resurrección no es un añadido opcional: es el núcleo central del cristianismo y su mensaje a la humanidad. (Continúa aquí: La resurrección de Cristo...).
sábado, 31 de mayo de 2025
La Predicación Expositiva: Volviendo al Modelo Bíblico. txt no. 85
¿Motivación o Palabra de Dios?
Imagina entrar un domingo a una iglesia. La música es moderna, las luces están bien ajustadas, y el predicador comienza su mensaje con entusiasmo. El título suena prometedor: "Siete pasos para alcanzar tus sueños". A lo largo de los próximos 40 minutos, escuchas frases motivacionales, anécdotas personales y algunos versículos sacados de su contexto. Al final, te sientes animado… pero espiritualmente vacío.
Este escenario lamentablemente no es raro. En muchos púlpitos actuales, la Biblia ha pasado de ser el plato principal a convertirse en adorno para apoyar ideas humanas. Mensajes centrados en el éxito, la autoayuda o la emoción momentánea han sustituido a la exposición reverente y fiel de la Palabra de Dios.
Frente a esta tendencia, es urgente volver a la predicación expositiva, la forma de comunicar la Escritura que vemos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Pero podemos preguntarnos ¿Qué es la predicación expositiva? La predicación expositiva es aquella en la que el mensaje del sermón surge directa y fielmente del texto bíblico, explicando su significado original y aplicándolo a la vida actual. No parte de ideas humanas buscando versículos que encajen a nuestro mensaje, sino que comienza con la Biblia y permite que Dios hable por medio de Su Palabra. No es adaptar las escrituras a nosotros, sino nosotros adaptarnos a lo que Dios tiene que decirnos.
Ahora veremos algunos elementos clave de la predicación expositiva:
1. Autoridad bíblica: En lugar de imponer nuestras ideas sobre la Escritura, la predicación expositiva deja que el texto gobierne el mensaje. Como dijo Pablo a Timoteo: “Predica la Palabra” (2 Tim. 4:2).
2. Explicación fiel del contexto: Una exposición fiel respeta el contexto histórico, gramatical y teológico. Nehemías 8:8 ofrece un hermoso ejemplo: “Leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.”
3. Cristo centrismo: Toda la Escritura apunta a Cristo (Lucas 24:27). Una predicación bíblica no puede ser moralista ni superficial; debe conducir al oyente a Cristo y al Evangelio.
4. Aplicación relevante: La predicación no debe quedarse en la información, sino llevar a la transformación. El expositor (por medio del E. Santo), ayuda a la iglesia a ver cómo el texto impacta su vida diaria.
Pero, ¿Por qué se ha abandonado la predicación expositiva? Existen varias razones:
- Deseo de agradar a la audiencia: Mensajes “positivos” atraen más personas.
- Poca preparación bíblica: Algunos predicadores no han sido formados para estudiar con profundidad el texto.
- Influencia de la cultura del entretenimiento: Se busca emocionar en lugar de edificar.
- Sin embargo, lo que una iglesia gana en atractivo superficial, lo pierde en profundidad espiritual y crecimiento verdadero.
Cuando la Palabra es expuesta fielmente:
- Los creyentes crecen en madurez.
- El Evangelio es proclamado con claridad.
- La iglesia se edifica y se purifica.
- Dios es glorificado. Como dice Isaías 55:11, la Palabra de Dios no volverá a mi vacía.
La iglesia no necesita más entretenimiento, ni más estrategias humanas. Necesita volver a la Palabra. Necesita predicadores que, como Esdras, "hayan preparado su corazón para escudriñar la ley de Jehová, y para cumplirla, y para enseñarla" (Esdras 7:10).
La predicación expositiva no es una moda antigua. Es la forma más fiel de honrar a Dios en el púlpito y de alimentar a Su pueblo, la Iglesia.
jueves, 29 de mayo de 2025
El nuevo "outfit" (atuendo) del genuino Cristiano: Colosenses 3:12-14 .txt no. 84
En Colosenses 3:12-14 se describe la vestimenta espiritual que debe caracterizar al nuevo yo en Cristo, aquí les dejo <El nuevo 'outfit' (atuendo) del cristiano> incluye:
- Misericordia:
En hebreo, se usan varias palabras, pero destacan especialmente:
- "Jéssed" (חֶסֶד): Amor leal, bondad, misericordia, fidelidad. Es un amor comprometido que Dios tiene hacia su pueblo.
- "Rachamim" (רַחֲמִים): Proviene de la raíz "rejem" que significa "útero", y se refiere a una compasión maternal profunda. Transmite ternura, cuidado y compasión visceral. Por ejemplo: "Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia (jéssed), y su verdad por todas las generaciones." Salmo 100:5.
- "Eleos" (ἔλεος): Misericordia, compasión activa hacia los necesitados, especialmente en cuanto al perdón de pecados. Jesús encarnó la misericordia de Dios. Él mostró compasión a los pobres, los enfermos, los marginados, y ofreció perdón incluso a los pecadores más despreciados. "Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso." Lucas 6:36.
- Humildad: En resúmen es reconocer que no somos autosuficientes. Vivir con mansedumbre, sin buscar gloria personal. Someter nuestra voluntad a la de Dios, Y valorar y servir a los demás.
- Paciencia: Desde el punto de vista bíblico, la paciencia es una virtud espiritual que implica esperar con confianza, soportar con perseverancia y mantener la fe sin rendirse, incluso en medio del sufrimiento, la injusticia o la demora en ver los resultados deseados. Es una forma de fe activa que confía en el tiempo y la voluntad de Dios.
En el Antiguo Testamento (hebreo), se asocia con: "Erek apayim" (אֶרֶךְ אַפַּיִם): literalmente "lento para la ira", usado para describir la paciencia de Dios (Éxodo 34:6).
En el Nuevo Testamento (griego), se usan dos términos: "Makrothymía" (μακροθυμία): paciencia hacia personas; soportar provocaciones sin venganza. "Hypomonē" (ὑπομονή): perseverancia; aguantar dificultades sin rendirse.
- Amor: Desde el punto de vista bíblico, el amor es la virtud suprema, la esencia del carácter de Dios y el mandamiento central de la vida cristiana. Es mucho más que una emoción: el amor bíblico implica acción, sacrificio, compromiso, y entrega incondicional, incluso hacia quienes no lo merecen. En la Biblia se usan varias palabras para "amor", especialmente en el griego del Nuevo Testamento:
- Ágape (ἀγάπη): Amor incondicional, sacrificado, centrado en el bien del otro. Es el amor de Dios por la humanidad y el que se espera que los creyentes tengan.
- Fileo (φιλέω): Amor fraternal, afecto entre amigos o hermanos.
- Eros (ἔρως): Amor romántico o pasional (aunque esta palabra no aparece directamente en el Nuevo Testamento).
- Storgē (στοργή): Amor natural entre familiares (poco usado en la Biblia).
En el Antiguo Testamento (hebreo), la palabra clave es: "Ahavá" (אַהֲבָה): Amor que puede referirse al afecto, la lealtad, o el compromiso profundo.
- Perdón: Desde el punto de vista bíblico, el perdón es el acto de liberar a alguien de la culpa o deuda causada por una ofensa, sin exigir castigo o venganza. Es una expresión de gracia, amor y misericordia, y está en el centro del mensaje de la redención cristiana. En la Biblia, perdonar es tanto un acto divino como una obligación para los seres humanos. En el Antiguo Testamento (hebreo):
- "Salah" (סָלַח): perdonar, especialmente usado para el perdón divino.
- "Nasa" (נָשָׂא): llevar o quitar la culpa.
En el Nuevo Testamento (griego):
- "Aphiēmi" (ἀφίημι): dejar ir, soltar, perdonar una deuda u ofensa.
- "Charízomai" (χαρίζομαι): perdonar por gracia, dar libremente (relacionado con “charis”, gracia).
Eligiendo qué vestirnos cada día, Rom 13:14 .txt no. 83
Una mañana cualquiera…
El despertador suena. Apenas abres los ojos y ya sabes que será un día agitado: trabajo, citas, llamadas… Te diriges al armario para elegir qué ponerte. Camisa azul o blanca, formal o casual, hace frio o calor. Haces una elección que parece simple, pero que transmite mucho. Tu ropa habla de ti: tu estilo, tu estado de ánimo, incluso tus valores. A que no saldrías a la calle sin ropa!
Ahora imagina esto: ¿Qué pasaría si cada día también eligieras con qué actitudes te vas a vestir? ¿Te pondrías la impaciencia o la amabilidad? ¿El orgullo o la humildad? ¿La queja o la gratitud? Puede sonar extraño, pero eso es justamente lo que la el apóstol Pablo nos invita a hacer cuando dice: “Vestíos del Señor Jesucristo”. En Romanos 13:14, dice: “Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
Esta expresión no es solo una metafórica sin sentido. En el idioma original (griego), la palabra 'vestíos' viene del verbo 'ἐνδύω' (endýō), que literalmente significa 'hundirse en una prenda', como quien se pone una camisa o una chaqueta.
Pablo está diciendo: “Ponte a Cristo como si fuera tu ropa. Déjalo cubrir tu forma de hablar, pensar y actuar” Que Cristo sea lo que el mundo vea cuando te miran a ti! No se trata de 'actuar como cristiano', sino de permitir que el carácter de Cristo se convierta en tu forma de vida, la imagen que proyectas al mundo.
¿Viejo yo o nuevo yo? En otros pasajes (Efesios 4:24, Colosenses 3:10-14), Pablo sigue usando esta imagen de vestirse y desvestirse. Nos habla del “viejo hombre”, que representa nuestro yo antes de conocer a Cristo, lleno de egoísmo, ira, mentira y orgullo. Y del “nuevo hombre”, que se va renovando conforme a la imagen de Dios.
El nuevo 'outfit' (atuendo) del cristiano incluye: (haz clic sobre el título para ver en detalle c/u).
- Misericordia:
- Humildad:
- Paciencia:
- Amor:
- Perdón:
En Colosenses 3:14, dice que el amor es el vínculo (ligamento) perfecto, el complemento que mantiene el conjunto unido. Imagina una camisa sin botones o un vestido sin cremallera, así es el amor completa las demás prendas espirituales.
¿Qué significa vestirse de Cristo hoy? Vestirse de Cristo es una decisión diaria. Es elegir:
- Responder con bondad cuando tienes ganas de gritar.
- Mostrar paciencia cuando estás cansado.
- Perdonar cuando te ofenden.
- Ser luz cuando el entorno es oscuro.
- Ser sal cuando tu alrededor esta corrompido.
Es ser intencional. Así como eliges tu ropa según el clima o el evento, también eliges con qué corazón enfrentarás tu día.
Pon en práctica estas sugerencias para tu vida cotidiana.
1. Haz un chequeo espiritual cada mañana: Al igual que miras al espejo antes de salir, tómate un momento con Dios y pregúntate: ¿Con qué me estoy vistiendo hoy?
2. Desvístete del viejo yo: No puedes vestirte de Cristo si aún estás llevando rencor, orgullo o impurezas. Despojarse de estas cosas es parte del proceso.
3. Recuérdalo en momentos difíciles: En el tráfico, en una discusión, en la rutina: “Señor, ayúdame a vestirme de Ti ahora mismo”.
4. Haz del amor tu marca personal. El amor no es una emoción; es una decisión activa de poner al otro primero. Es lo que Jesús modeló y practicó.
Todos los días eliges qué ponerte, pero lo más importante no está en tu armario; Está en tu corazón. Vestirse de Cristo es vivir con su carácter, reflejar su luz y caminar como Él caminó.
Mañana, cuando vayas al armario, recuerda esta pregunta: ¿Hoy me voy a vestir de mí… o de Cristo?
domingo, 25 de mayo de 2025
El Eunuco que encontró al cordero mudo, Jesucristo, Hechos 8:32 .mp4
jueves, 22 de mayo de 2025
¿De qué debemos vestirnos los cristianos? 2 da. parte txt no 82
5. Vestirse de amor: Colosenses 3:14 – “Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.”
El amor aquí es agápē (ἀγάπη), el amor incondicional, divino. El término “vínculo perfecto” (sýndesmos tēs teleiótētos) implica que el amor une y completa todas las otras virtudes. Todo lo anterior cobra sentido si está impulsado por el amor. Sin amor, incluso la verdad o la justicia pueden convertirse en instrumentos de orgullo o juicio (1 Cor. 13:1-3). Amar es la esencia del cristianismo.
6. Vestirse de las armas de la luz: Romanos 13:12 – “Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.”
El contraste entre oscuridad y luz es moral y espiritual. “Armas” (hopla - ὅπλα) sugiere que la luz no es pasiva: es un instrumento de guerra.: La vida santa, la honestidad y la verdad son armas que deshacen las tinieblas. Filipenses 2:15 dice que debemos ser “luminares en el mundo”. Vivir en la luz es rechazar el pecado y avanzar en obediencia.
7. Vestirse de la coraza de fe, amor y esperanza: 1 Tes 5:8 – “... habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.”
Aquí Pablo usa la tríada cristiana: fe, amor y esperanza (1 Cor. 13:13). Estas no son solo virtudes internas, son protección activa. La fe nos protege del desánimo, el amor de la amargura, y la esperanza del desaliento frente al futuro. Esta coraza de tres lados mantiene al creyente firme mientras espera la venida del Señor (v.9).
8. Vestirse de la habitación celestial: 2 Cor 5:2-3 – “... deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial...”
Pablo anhela ser “revestido” (ependuō - ἐπενδύω), lo cual se refiere al cuerpo glorificado. Esta vestidura es futura, pero su anticipación moldea la vida presente. Vivir con la mirada puesta en la eternidad nos libera del apego al mundo. Filipenses 3:20 afirma que “nuestra ciudadanía está en los cielos”. Esta esperanza purifica (1 Juan. 3:3) y motiva una vida santa.
Vestirse, según las Escrituras, es mucho más que una imagen. Es una llamada a la transformación espiritual continua, a una vida guiada por el Espíritu, fundamentada en el amor y orientada hacia la gloria eterna que nos aguarda. ¿Con qué te estás vistiendo hoy? ¿Reflejan tus acciones la realidad de la persona de Cristo en ti?
Recuerda: la ropa espiritual no es opcional. Es la evidencia visible del Cristo invisible en cada uno de sus hijos.
Continúa leyendo la continuación anterior aquí: ¿De que debemos vestirnos los cristianos? 1ra. parte
¿De qué debemos vestirnos los cristianos? 1ra. parte txt no 81
La vida cristiana no solo implica una transformación interior, sino también una nueva “vestimenta” espiritual. A través de diversas epístolas, el apóstol Pablo usa la metáfora de vestirse para describir cómo los creyentes deben manifestar su nueva identidad en Cristo. A continuación, exploraremos estas exhortaciones y cómo se aplican a nuestra vida diaria, con apoyo del idioma griego y otros pasajes bíblicos.
1. Vestirse del Señor Jesucristo: Romanos 13:14 – “Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
El verbo "vestíos" proviene del griego endúō (ἐνδύω), que significa “ponerse, revestirse, asumir”. Aquí no se trata solo de imitar a Jesús, sino de envolverse completamente en su carácter y vida en una actitud de compromiso absoluto.
Vestirse de Cristo implica adoptar su mente (Fil. 2:5, 1Co 2:16), su compasión (Mat. 9:36), su obediencia al Padre (Juan. 5:30). No se trata de actuar como cristiano, sino de vivir en unidad con Cristo, permitiendo que su vida fluya en nosotros (Gál. 2:20).
2. Vestirse del nuevo hombre: Efesios 4:24 – “Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”
El "nuevo hombre" (kainón ánthrōpon - καινὸν ἄνθρωπον) representa la nueva identidad regenerada por el Espíritu Santo. Esta vestidura implica un abandono total del viejo estilo de vida (v.22) y vivir conforme a la verdad del evangelio. Colosenses 3:10 complementa: “revestido del nuevo, el cual se va renovando…”. Es un crecimiento continuo hacia la imagen de Cristo, con prácticas como perdonar, ser veraces y humildes.
3. Vestirse de la armadura de Dios: Efesios 6:11 – “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.”
Aquí, panoplía (πανοπλία) indica el equipo completo de un soldado. No basta con parte del armamento, se requiere la totalidad para resistir al enemigo. Cada pieza —el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, el escudo de la fe, etc.— corresponde a una disciplina espiritual. Por ejemplo, el casco de la salvación protege la mente, y la espada del Espíritu (la Palabra) es el arma ofensiva a utilizar. Usar la armadura diariamente es esencial para vencer en la batalla espiritual. Efesios 6:12 lo deja claro que nuestra lucha no es carnal sino espiritual.
4. Vestirse como escogidos de Dios: Colosenses 3:12 – “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia…”
Pablo enumera aquí una serie de virtudes. La palabra oiktirmós (οἰκτιρμοί) implica una compasión profunda y visceral. Como elegidos, debemos reflejar nuestro llamado mostrando misericordia, humildad y paciencia. Esto se traduce en acciones concretas: perdonar (v.13), soportar al otro, actuar con bondad. Es el “uniforme” del carácter cristiano en comunidad.
Continúa leyendo la continuación aquí: ¿De que debemos vestirnos los cristianos? 2 da. parte