viernes, 28 de noviembre de 2025

“Ríos de agua viva para el sediento”, 2da parte Juan 7:37.txt no. 130.

  

    Mientras el sacerdote derrama agua simbólica, Jesús ofrece agua real, la vida del Espíritu Santo en los que le reciben (Juan 7:39).

     Mientras la gente celebra lo que Dios hizo en el pasado, Jesús invita a experimentar a Dios en el presente.

     Mientras Jerusalén sobrevive de cisternas y reservas, Jesús promete una fuente inagotable.
   Hermanos y hermanas, este texto nos confronta con una verdad sencilla pero profunda:
    No basta con participar en rituales. No basta con estar cerca del agua viva. Hay que beberla.

     Dios no nos llamó a vivir de nuestras fuerzas, sino del fluir del Espíritu. 
  • La vida del Espíritu no es un lujo, es la fuente de nuestra perseverancia, nuestro gozo y nuestro servicio.
  • Y un río no existe para sí mismo. Cuando Jesús promete que de nuestro interior correrán ríos, está diciendo que otros podrán encontrar vida espiritual a través de nuestro testimonio.
    Tu hogar, tu trabajo, tu entorno, todos pueden ser bendecidos por lo que Dios está haciendo en ti.
    Y si hoy me escuchas y no te consideras creyente, permíteme decirte algo con respeto y amor:
    Esa sed interior que sientes no es un defecto, es una señal. Es Dios recordándote que fuiste creado para algo más que sobrevivir.
    Jesús no dijo: “Si alguno tiene mérito…” “Si alguno tiene una vida religiosa impecable…” No. Él dijo: “Si alguno tiene sed…”
   El único requisito es reconocer la necesidad. Él no ofrece religión, ofrece vida. No ofrece una teoría, se ofrece a Él mismo.
   Una invitación que sigue abierta. En aquel día final de la fiesta, Jesús no solo habló al pueblo reunido; habló a toda generación futura. Sus palabras aún resuenan:
“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.”
    Y hoy, esa invitación sigue vigente: Para el cansado. Para el que ha buscado en pozos rotos. Para el que ha probado todo y nada lo ha saciado. Para el creyente seco y para el incrédulo sediento.
   Cristo no te ofrece un sorbo, te ofrece un río. No te ofrece un recuerdo, te ofrece una vida que fluye. No te ofrece rito, te ofrece relación.

    Que cada uno de nosotros escuche con humildad esta voz que sobrepasa los rituales, que rompe el silencio y que sacia la sed más profunda: “Ven… y bebe.”

Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante y hasta curiosa para el
 conocimiento sobre Dios y tu futuro eterno. 

                      

 Si ha sido de provecho compártelo en tus redes sociales, para que otros también sean bendecidos.

síguenos en:
 instagram: serginho6767
facebook: maná diario
ivoox: maná diario


No hay comentarios:

Publicar un comentario