Los siervos en esta parábola, son uno de los personaje que pasan casi inadvertidos. Son ellos los encargados de ejecutar las órdenes del Padre de la casa, para satisfacer las necesidades del hijo desobediente y pródigo. Es curioso e interesante a la vez que el Padre no delega estas acciones directamente al hijo menor. El no le dice al hijo, vístete, ponte un anillo y cálzate, acciones que hasta hoy en día hacemos nosotros mismos de manera cotidiana, salvo que estemos incapacitados para ello. Y creo que esta última palabra es la clave para descifrar la enseñanza aquí. El hijo menor representa a la humanidad descarriada e incapacitada para ejecutar la transformación espiritual que necesita. Hoy en día ese proceso de regeneración espiritual por sus propios medios Dios lo llama religión, tratar de cambiarnos por nuestros propios medios.
Solo el Padre amoroso tiene lo que cada hijo pródigo necesita, y somos los siervos del Padre los encargados de hacer llegar estos recursos hasta las almas necesitadas. La Biblia dice "Id y predicad el evangelio a toda criatura", El Padre pudo haber enviado ángeles que anunciaran el evangelio como lo había hecho antaño, sino que en este periodo de gracia ha encomendado a hombres y mujeres salvados y regenerados para anunciar de toda la provisión que la casa paterna provee a los hijos pródigos que lo quieran recibir. Los siervos debían sacar el mejor vestido y vestir al hijo; debían poner un anillo en su mano y calzado en sus pies; así como traer el becerro gordo y matadlo y por último eran los encargados de preparar una gran fiesta para celebrar el regreso del hijo arrepentido. Tremenda responsabilidad nos ha dado nuestro Padre, como es la de preparar todo lo concerniente al recibimiento del hijo arrepentido. Somos tu y yo querido hermano(a) los responsables de anunciar las buenas nuevas de salvación a aquellos hijos pródigos que aún se encuentran en la provincia apartada.
Considerando lo anterior, cabe la pregunta ¿Estamos cumpliendo responsablemente la encomienda del Padre? ¿Estamos anunciando el mensaje del evangelio para que aquellos hijos descarriados vengan a la casa paterna? Y de esta manera juntos celebremos con los ángeles del cielo el gozo de un pecador arrepentido. Que así sea.
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