La Orotava,
04/01/2014.
"Deléitate así mismo en Jehová , y él
te concederá las peticiones de tu corazón". Salmo 37:4.
"Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será
hecho" Juan 15:7.
"Amados, si nuestro corazón no nos
reprende, confianza tenemos en Dios, y cualquier cosa que pidiéremos la
recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos..." 1 Juan 3:21-23.
¿Existe la
posibilidad de que Dios nos permita hacer lo que queramos? Alguno pudiera
pensar que cuando hablamos de hacer la voluntad de Dios, suena algo así como
aceptar lo que el Supremo nos dicte sin derecho a réplica, como si habláramos
de una orden impuesta e irrefutable. Pero permítame decirle que nada más lejos
de la realidad.
En las citas
antes mencionadas se nos deja claro que Dios deja la puerta de nuestra voluntad
abierta, siempre y cuando cumplamos algunas condiciones, condiciones por su
puesto dadas para nuestro beneficio espiritual, porque Dios sabe lo que
realmente es conveniente para nosotros.
Pero veamos al
detalle lo que el Supremo Dios nos demanda para dejarnos hacer lo que anhelamos:
DELEITATE: Salmo 37:4.
En este Salmo 37
David comienza desde el verso uno hasta el ocho describiendo sentimientos
negativos que debemos reprimir. "no te exasperes" (tres veces),
"no envidies", "cohíbe la ira", reprime el coraje",
emociones que deben ser controladas demostrando así que estamos sometidos a la
voluntad de Dios y no a la de nuestra carne, ya que queda claro que si estos
sentimientos afloran en nosotros estamos haciendo nuestra voluntad y por ende
no la de Dios. El modo en el que se encuentran estos verbos es en
el imperativo, denotando así un tono de urgencia, como si la situación o
actitud de los oyentes reclamara una intervención decidida. Pero los
imperativos también proponen lo que hay que evitar, hacer o sentir.
Seguidamente hace
referencia a las acciones: "haz el bien", "no obres mal",
aconseja a contentarse con lo suficiente. Dicho esto pensaríamos que el
salmista ¿predica la resignación como sentimiento y la inacción como
conducta? Claramente que no. el desvalido debe desear y pedir salir de su
situación, recobrar su derecho ("poseer tierra"), pero no debe tomar
la venganza por su mano ni recurrir a la violencia., debe esperar y confiar en
el Señor que el actuará.
La confianza antecede
al deleite tal como se nos describe en el verso tres "confía en
Jehová", y David además de esta frase usa otra semejante:
"Encomienda" para describir sin lugar a dudas la actitud a seguir si
queremos deleitarnos. Confiar significa "fiarnos de", así que no debe
haber en nosotros ninguna duda, a pesar de nuestra situación, debemos tener fe
pase lo que pase. Sin embargo esta fe debe seguirle una acción, descrita por la
palabra "encomienda", la cual significa "hacer girar o rodar
algo para pásaselo a otro". Que hermosa lección tenemos aquí, ¿decimos que
tenemos fe? pero seguimos cargando con nuestros problemas y angustias olvidándonos
de encomendar todo eso en las poderosas manos de Dios. Si la duda nos gobierna
y nos empeñamos en seguir solos cargando con todas nuestras angustias, difícilmente
nos podremos deleitar en el Señor y si esto es así nunca encontraremos hacer
que Dios haga lo que nuestro corazón anhela.
El deleite es el
resultado de la confianza plena en Dios y de lograr librarnos de nuestras
cargas y preocupaciones. La nueva Biblia de Jerusalén en su versión del 1998,
describe el verso cuatro así: "disfruta pensando en Yahvé, y él te dará lo
que pide tu corazón". de manera que deléitate describe una experiencia de
gran placer y gozo en la presencia de alguien, pero al mismo tiempo expresa una
sensación muy positiva de confianza y gratitud, tal como lo marca la
experiencia de los marginados descritos en este salmo 37.
Cuando hablamos con Dios en oración, debemos hacerlo con
confianza sabiendo que él nos oye, así como cuando leemos su palabra estamos
seguros que estamos escuchando su voz; De igual modo cuando asistimos a las
reuniones de la iglesia, nuestra motivación debe ser que vamos al encuentro de
nuestro Salvador y Señor. Cuando hagamos todas estas cosas y no podamos pasar
un instante sin practicar cada una de ellas porque es nuestro anhelo,
entonces estaremos disfrutando, deleitándonos en Dios y solo cuando esto
sea así, estaremos cerca de que él nos conceda lo que anhela nuestro
corazón.
Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna,
interesante y hasta curiosa para el conocimiento
sobre la Biblia, la poderosa palabra de Dios.
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para que otros también sean bendecidos.
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