Imagina esto: en tu iglesia, dos hermanos en la fe debaten acaloradamente. Uno insiste que para agradar a Dios es necesario seguir ciertas tradiciones; el otro sostiene que sólo la gracia en Cristo es suficiente. Ambos aman al Señor, pero sus convicciones chocan. ¿Cómo resolver estas tensiones sin comprometer la verdad ni dividir el cuerpo de Cristo? Veamos algunos puntos que nos ayudarán a resolver estas interrogantes:
1. El Problema: Cuando las Tradiciones Quieren Añadirse al Evangelio, Hechos 15:1.
Unos hermanos judíos en la iglesia de Jerusalén enseñaban que los gentiles debían circuncidarse para ser salvos. El término griego usado para "ser salvos" es σωθῆτε (sōthēte), que implica ser rescatados, liberados, salvados plenamente. Aquí el conflicto era claro: ¿la salvación es por gracia o por obras? Debemos rechazar cualquier enseñanza que condicione la salvación a ritos o costumbres humanas. Bien dice Pablo en Efesios 2:8-9 — “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe…”. Es por gracia (regalo) y no por ningún rito tradicional por más antiguo que este sea.
2. El Ejemplo Apostólico: Debate Firme pero apegado a las escrituras. Hechos 15:2, 7.
Pablo y Bernabé “tuvieron una discusión y contienda no pequeña” (στάσεως, staseōs = desacuerdo fuerte), pero la respuesta no fue emocional ni impulsiva: llevaron el asunto a los apóstoles y ancianos (las máximas autoridades en la iglesia de entonces y hasta el día de hoy). Pedro, guiado por el Espíritu, recordó que Dios no hace acepción de personas (v.9). La palabra es διακρίνω (diakrinō), que implica no discriminar, no separar arbitrariamente. Los conflictos se resuelven con humildad, Escritura y guía espiritual, no imponiendo opiniones. 2 Timoteo 3:16-17 — “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, redargüir…”. No es lo que yo piense de un tema, es lo que dice la palabra de Dios sobre ese tema.
3. El Criterio Final: La Gracia de Dios No Se Negocia, Hechos 15:11, 19-20.
Pedro afirma que tanto judíos como gentiles son salvos "por la gracia del Señor Jesús". Luego, Santiago destaca que no deben "molestarse" (παρενοχλεῖν, parenochlein = estorbar, perturbar) a los nuevos creyentes con cargas humanas. Solo se establecen principios de pureza moral y testimonio público, no requisitos de salvación. La gracia salva; la obediencia y santidad fluyen como fruto, no como requisito legalista. Gálatas 5:1 — “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres…”
Como conclusión podríamos decir que la Unidad en la iglesia no depende del compromiso de sus miembros sino de el sometimiento a la palabra y al señorío a la persona de Cristo. El resultado final a este conflicto fue gozo, edificación y unidad (v.31). La iglesia defendió la verdad sin dividirse. Hoy, como entonces, cuando surge el conflicto debemos:
✅ Defender la verdad del Evangelio.
✅ Rechazar añadidos humanos a la fe.
✅ Buscar unidad basada en la Palabra, no en concesiones personalistas. En Filipenses 2:2 dice: — “Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes…”.
Cuando las Convicciones personales Chocan; Se debe imponer la Sabiduría Bíblica para Resolver Conflictos.
¿Y en tu iglesia como se resuelven los conflictos que surgen en ella? Házmelo saber en los comentarios. DLB.
No hay comentarios:
Publicar un comentario