¿Motivación o Palabra de Dios?
Imagina entrar un domingo a una iglesia. La música es moderna, las luces están bien ajustadas, y el predicador comienza su mensaje con entusiasmo. El título suena prometedor: "Siete pasos para alcanzar tus sueños". A lo largo de los próximos 40 minutos, escuchas frases motivacionales, anécdotas personales y algunos versículos sacados de su contexto. Al final, te sientes animado… pero espiritualmente vacío.
Este escenario lamentablemente no es raro. En muchos púlpitos actuales, la Biblia ha pasado de ser el plato principal a convertirse en adorno para apoyar ideas humanas. Mensajes centrados en el éxito, la autoayuda o la emoción momentánea han sustituido a la exposición reverente y fiel de la Palabra de Dios.
Frente a esta tendencia, es urgente volver a la predicación expositiva, la forma de comunicar la Escritura que vemos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Pero podemos preguntarnos ¿Qué es la predicación expositiva? La predicación expositiva es aquella en la que el mensaje del sermón surge directa y fielmente del texto bíblico, explicando su significado original y aplicándolo a la vida actual. No parte de ideas humanas buscando versículos que encajen a nuestro mensaje, sino que comienza con la Biblia y permite que Dios hable por medio de Su Palabra. No es adaptar las escrituras a nosotros, sino nosotros adaptarnos a lo que Dios tiene que decirnos.
Ahora veremos algunos elementos clave de la predicación expositiva:
1. Autoridad bíblica: En lugar de imponer nuestras ideas sobre la Escritura, la predicación expositiva deja que el texto gobierne el mensaje. Como dijo Pablo a Timoteo: “Predica la Palabra” (2 Tim. 4:2).
2. Explicación fiel del contexto: Una exposición fiel respeta el contexto histórico, gramatical y teológico. Nehemías 8:8 ofrece un hermoso ejemplo: “Leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.”
3. Cristo centrismo: Toda la Escritura apunta a Cristo (Lucas 24:27). Una predicación bíblica no puede ser moralista ni superficial; debe conducir al oyente a Cristo y al Evangelio.
4. Aplicación relevante: La predicación no debe quedarse en la información, sino llevar a la transformación. El expositor (por medio del E. Santo), ayuda a la iglesia a ver cómo el texto impacta su vida diaria.
Pero, ¿Por qué se ha abandonado la predicación expositiva? Existen varias razones:
- Deseo de agradar a la audiencia: Mensajes “positivos” atraen más personas.
- Poca preparación bíblica: Algunos predicadores no han sido formados para estudiar con profundidad el texto.
- Influencia de la cultura del entretenimiento: Se busca emocionar en lugar de edificar.
- Sin embargo, lo que una iglesia gana en atractivo superficial, lo pierde en profundidad espiritual y crecimiento verdadero.
Cuando la Palabra es expuesta fielmente:
- Los creyentes crecen en madurez.
- El Evangelio es proclamado con claridad.
- La iglesia se edifica y se purifica.
- Dios es glorificado. Como dice Isaías 55:11, la Palabra de Dios no volverá a mi vacía.
La iglesia no necesita más entretenimiento, ni más estrategias humanas. Necesita volver a la Palabra. Necesita predicadores que, como Esdras, "hayan preparado su corazón para escudriñar la ley de Jehová, y para cumplirla, y para enseñarla" (Esdras 7:10).
La predicación expositiva no es una moda antigua. Es la forma más fiel de honrar a Dios en el púlpito y de alimentar a Su pueblo, la Iglesia.