jueves, 29 de mayo de 2025

Eligiendo qué vestirnos cada día, Rom 13:14 .txt no. 83

Una mañana cualquiera…

    El despertador suena. Apenas abres los ojos y ya sabes que será un día agitado: trabajo, citas, llamadas… Te diriges al armario para elegir qué ponerte. Camisa azul o blanca, formal o casual, hace frio o calor. Haces una elección que parece simple, pero que transmite mucho. Tu ropa habla de ti: tu estilo, tu estado de ánimo, incluso tus valores. A que no saldrías a la calle sin ropa!

    Ahora imagina esto: ¿Qué pasaría si cada día también eligieras con qué actitudes te vas a vestir? ¿Te pondrías la impaciencia o la amabilidad? ¿El orgullo o la humildad? ¿La queja o la gratitud? Puede sonar extraño, pero eso es justamente lo que la el apóstol Pablo nos invita a hacer cuando dice: “Vestíos del Señor Jesucristo”. En Romanos 13:14,  dice: “Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”

    Esta expresión no es solo una metafórica sin sentido. En el idioma original (griego), la palabra 'vestíos' viene del verbo 'ἐνδύω' (endýō), que literalmente significa 'hundirse en una prenda', como quien se pone una camisa o una chaqueta.

    Pablo está diciendo: “Ponte a Cristo como si fuera tu ropa. Déjalo cubrir tu forma de hablar, pensar y actuar” Que Cristo sea lo que el mundo vea cuando te miran a ti! No se trata de 'actuar como cristiano', sino de permitir que el carácter de Cristo se convierta en tu forma de vida, la imagen que proyectas al mundo.

    ¿Viejo yo o nuevo yo? En otros pasajes (Efesios 4:24, Colosenses 3:10-14), Pablo sigue usando esta imagen de vestirse y desvestirse. Nos habla del “viejo hombre”, que representa nuestro yo antes de conocer a Cristo, lleno de egoísmo, ira, mentira y orgullo. Y del “nuevo hombre”, que se va renovando conforme a la imagen de Dios.

El nuevo 'outfit' (atuendo) del cristiano incluye: (haz clic sobre el título para ver en detalle c/u). 

- Misericordia: 

- Humildad: 

- Paciencia: 

- Amor: 

- Perdón: 

En Colosenses 3:14, dice que el amor es el vínculo (ligamento) perfecto, el complemento que mantiene el conjunto unido. Imagina una camisa sin botones o un vestido sin cremallera, así es el amor completa las demás prendas espirituales. 

¿Qué significa vestirse de Cristo hoy? Vestirse de Cristo es una decisión diaria. Es elegir:

- Responder con bondad cuando tienes ganas de gritar.

- Mostrar paciencia cuando estás cansado.

- Perdonar cuando te ofenden.

- Ser luz cuando el entorno es oscuro.

- Ser sal cuando tu alrededor esta corrompido.

    Es ser intencional. Así como eliges tu ropa según el clima o el evento, también eliges con qué corazón enfrentarás tu día.

Pon en práctica estas sugerencias para tu vida cotidiana.

1. Haz un chequeo espiritual cada mañana: Al igual que miras al espejo antes de salir, tómate un momento con Dios y pregúntate: ¿Con qué me estoy vistiendo hoy?

2. Desvístete del viejo yo: No puedes vestirte de Cristo si aún estás llevando rencor, orgullo o impurezas. Despojarse de estas cosas es parte del proceso.

3. Recuérdalo en momentos difíciles: En el tráfico, en una discusión, en la rutina: “Señor, ayúdame a vestirme de Ti ahora mismo”.

4. Haz del amor tu marca personal. El amor no es una emoción; es una decisión activa de poner al otro primero. Es lo que Jesús modeló y practicó.

    Todos los días eliges qué ponerte, pero lo más importante no está en tu armario; Está en tu corazón. Vestirse de Cristo es vivir con su carácter, reflejar su luz y caminar como Él caminó.

Mañana, cuando vayas al armario, recuerda esta pregunta: ¿Hoy me voy a vestir de mí… o de Cristo?

Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante y hasta curiosa para el
 conocimiento sobre Dios y tu futuro eterno. 

                      

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