La Biblia menciona varias veces cómo el mundo percibe a los hijos de Dios y cómo debemos responder a esa percepción. Aquí hay algunas referencias clave:
1. Ante el mundo debemos ser unos desconocidos ignorados.
1 Juan 3:1 – "Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él."
→ El mundo no entiende a los hijos de Dios porque no conoce a Dios.
2. El mundo odia a los creyentes
Juan 15:18-19 – "Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece."
→ Jesús advierte que los creyentes serán rechazados porque no pertenecen al sistema del mundo.
3. Los hijos de Dios son luz en la oscuridad
Mateo 5:14-16 – "Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. [...] Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
→ Aunque el mundo puede rechazar a los creyentes, también pueden ver la luz de Dios en ellos.
4. El mundo persigue a los justos
2 Timoteo 3:12 – "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución."
→ Ser hijo de Dios implica enfrentar oposición del mundo.
5. No debemos meternos en el molde del mundo, tomando su forma.
Romanos 12:2 – "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
→ Los creyentes deben vivir con una mentalidad diferente a la del mundo.
En resumen, la Biblia enseña que el mundo no comprende ni acepta a los hijos de Dios, pero esto es una señal de que pertenecemos a Cristo.
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