jueves, 23 de abril de 2015

El significado de Mesías y Cristo

  
 La palabra "Mesías", más que un título es un apelativo que encontramos asignado a la persona de nuestro Señor Jesús, que según los traductores de la LXX (septuaginta) la han definido como "Ungido" o "Cristo". El ungimiento consistía en derramar sobre la cabeza de la persona el aceite consagrado para tal fin.  Ahora bien para poder comprender su verdadero significado, es necesario revisar en que casos aparece mencionado  y en relación con quién.

    El  término ungido se aplica en el Antiguo Testamento en relación con:
a.  Los Sacerdotes y el Sumos Sacerdote a los cuales se les derramaba el aceite sagrado sobre la cabeza pasando por su barba, hasta llegar al borde de sus vestiduras. Salmo 133:2 Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras ( ref: Lev 4:3, 5, 16).
b.    Los Profetas: Estos recibían el nombre de" joi Cristoi Teou" que quiere decir: "Los ungidos de Dios". Salmo 115: 15  No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.
c.    A los reyes de Israel es ocasiones se les menciona como "Cristos tou Kurion"  ™< el ungido del Señor > (1Sam 2:10, 35; 2Sam 1:14; Sal 2:2; 18:50; Hab 3:13).
    No es casualidad que a nuestro Señor se le atribuyan estos mismos títulos antes descritos, así como también  el de ungido. Apelativo que no rechazó sino que aceptó abiertamente (Mt 16:17; Mr 14:61-62; Jn 4:26).

    Pero paralelamente a esta definición de la persona de Cristo, encontramos algunas otras más, las cuales nos dan una clara y literal definición de quién es realmente Jesús, veamos cuales son:

1.-  Rom 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; Aquí Pablo nos recuerda que la persona de Cristo ha sido la ofrenda escogida por Dios para nuestra expiación. Cristo es el que murió, el fue nuestro sustituto en la cruz y no hay nada que debamos a Dios porque El lo pago por nosotros. Cristo es el que murió y nadie puede condenarnos a aquellos que hemos puesto nuestra confianza en El.
2.-   Rom 9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén. La palabra que la LXX (septuaginta) usa para Dios es "theos" que quiere decir Dios único y verdadero, esta misma palabra traducida al hebreo significa Elohim y Yhwe, indicando primeramente su poder permanente y seguidamente su existencia in originada y eterna. Cristo es Dios y lo demostró de muchas maneras ejerciendo ese poder sobre todo le que le rodeó.
3.-  Rom 10:4 porque el fin de la ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. Todas las exigencias pasadas hechas por Dios fueron cumplidas por Cristo, El había venido a cumplir la ley y ha establecer su ley propia. Los Judíos habían añadido muchas ordenanzas a los diez mandamientos iniciales dados por Dios a Moisés, hasta llegar a los seis cientos trece mandamientos, pero Cristo en el cumplimiento de todos los mandamientos anteriores los resume solo a dos; "Amarás a Dios con todas tus fuerzas y a tu prójimo como a ti mismo". El vino a cumplir la ley nosotros solo debemos creer en El. Cristo es el fin de la ley y el principio de nuestra gracia, ya que esto es así es inútil que algunos continúen tratando de guardar la ley y los viejos mandamientos. 

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