(Jonás 2:1-10).
Esta
oración surge desde una situación indeseadamente forzosa, propiciada por la conducta del profeta
rebelde. Tal vez sea la oración hecha desde el lugar más
peculiar e inimitable que ninguno otro haya realizado jamás.
Pero lo cierto es que esta oración a pesar de ser una de las más
cortas que encontramos en la palabra de Dios, con una duración
de apenas cincuenta y nueve segundos, es también una de las más ricas en contenido y estructura dejándonos
claro de como deberían
ser todas las oraciones realizadas. Veamos a continuación
como está constituida esta oración.
a).- El primer elemento lo encontramos en el verso dos el cual
dice: “Invoqué
en mi angustia a Jehová,
y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste”. Claramente podemos observar la
actitud de clamor manifestada por la boca del profeta. Su RUEGO se hace
claramente patente en el inicio de su petición. Pablo exhorta a Timoteo a que se
hagan rogativas, oraciones y peticiones…por todos los hombres (1Tim 2:1) Y es precisamente el primer
elemento que encontramos en la oración de Jonás, rogativa, y una petición
urgente.
b).- El siguiente elemento lo encontramos en el versículo
siete, “Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová. Y mi oración llegó
hasta ti en tu santo templo”. Hay una clara confesión
en esta sección, Jonás reconoce su olvido de Dios, y no solo
reconoce su error sino que lo enmienda, lo cual da como resultado que su oración
llegue hasta la misma presencia de Dios.
c).- Y como último ingrediente, y no por eso el menos
importante, vemos como el corazón del profeta prorrumpe en una alabanza
y adoración al Creador. “Más
yo con voz de alabanza te ofreceré
sacrificios; Pagaré
lo que prometí. La salvación es de Jehová”. Los ojos de la fe del profeta, se proyecta en el
futuro, y puede verse ofreciendo sacrificios a Dios, producto seguramente de su
petición por salvación. En medio de aquella situación
tan escabrosa, él busca el momento para bendecir y alabar el nombre de Dios en
su oración.
Las
oraciones efectivas no son siempre las más largas, la de Jonás
es un claro ejemplo, El Señor criticó duramente las oraciones de los escribas
y fariseos por la longitud de las mismas; Otra lección que aprendemos
aquí es que la respuesta a nuestras oraciones no siempre vienen al
momento, el cap. 1:17 curiosamente se nos da la respuesta antes de que fuese
hecha la petición; Dios tiene su momento y su respuesta llegó
justo tres días después. Mantengamos presente estos elementos
en cada una de nuestras oraciones para que podas como el profeta, ver la playa
de nuestros deseos concedidos.
Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante
y hasta curiosa para el conocimiento sobre la Biblia, la poderosa palabra de Dios.
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