La Orotava, 15/02/2014.
A lo largo de nuestra vida, se nos presentan momentos en lo que nos es necesario tomar decisiones que implican cambiar nuestro rumbo. Así mismo en la palabra de Dios encontramos ejemplos en donde algunos personajes hicieron lo mismo. Tal fue el caso de Abraham, en su rumbo a Canaan se vio tentado por las circunstancias y descendió a Egipto y que podemos decir de Lot su sobrino, este desvió sus tiendas hasta las ciudades de destrucción llamadas Sodoma y Gomorra.. Analizando estos cambios llegamos a la conclusión que estas decisiones fueron tomadas por iniciativa propia tanto en el caso de Abraham como de Lot, sin que Dios tomara parte en ellas.
Pero si consideramos los casos de Daniel, José, Esther, cada uno de ellos su rumbo fue cambiado no por propia iniciativa sino por designio de Dios, para cumplir un propósito en cada caso. Teniendo lo anterior presente debemos decir que el caso de Jonás es totalmente singular y muy diferente a los anteriores, el profeta recibió instrucciones precisas del rumbo a seguir pero estas fueron desobedecidas deliberadamente. Dios le mostró el rumbo que debía seguir su profeta y este decidió cambiarlo. Debemos decir que Jonás escogió el camino mas difícil y largo trayendo trágicas consecuencias para el.
A pesar de ser un profeta desobediente. Jonás nos muestra en su libro que Dios es el Soberano que controla las circunstancias. Esto lo podemos ver en las siguientes referencias:
Dios provocando una tormenta en el mar.
vrs. 1:4 "Pero Jehová hizo levantar un gran viento en el mar".
Dios tenía preparado un gran pez.
vrs. 1:17 "Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás".
Dios preparando una calabacera.
vrs. 4:6 "Y preparó Jehová Dios una calabacera".
Dios preparó un gusano que hiriera la calabacera.
vrs. 4:7(b) "Dios preparó un gusano, el cual hirió la calabacera".
Dios preparó un viento recio y solano.
vrs. 4:8 "preparó Dios un recio viento solano, y el sol hirió a Jonás en la cabeza".
Esta historia nos da una tremenda lección de misericordia, amor y las terribles consecuencias de desobedecer a la voluntad de Dios. Él tiene el absoluto dominio sobre todas las circunstancias que nos rodean, y hará todo para que estas nos lleven al cumplimiento de su absoluta voluntad. Y para nuestro bien será mejor que andemos en el rumbo que Él nos ha trazado, pero si por nuestra terquedad nos desviásemos Dios aplicará su infinita misericordia para que no seamos consumidos a causa de nuestra desobediencia.
Pero también podemos encontrar tres etapas en la experiencia del profeta desobediente.
1.- Etapa de la comprensión del error.
Comprendida desde que se levanta para huir hasta que es echado al mar
2.- Etapa de la obediencia forzada.
Comprendida desde que eleva una oración a Dios desde las profundidades del mar hasta que cumple la voluntad divina. (Se parece mucho a la oración final de Job descrita en Job 42:10).
3.- Etapa en la que Dios le involucra en sus planes.
Comprendida desde que sale de Nínive, luego de haber predicado la destrucción de la ciudad, hasta que desea la muerte
Cuanta paciencia encontramos de parte de Dios para con su profeta, recordemos que a pesar de nuestras equivocaciones y desvíos, todos los caminos, a los hijos de Dios, nos conducirán al fiel cumplimiento de la soberana voluntad del creador de todas las cosas. Escojamos el camino de la obediencia y el cumplimiento de la voluntad de nuestro Dios para que evitemos las terribles consecuencias que afrontó Jonás por desobedecer.
Permíteme preguntarte ahora, ¿estas en el rumbo que Dios te ha mostrado o estás cambiando ese rumbo a tu conveniencia? Mirémonos en el espejo de Jonás.
Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante y hasta curiosa para el conocimiento sobre la Biblia,
la poderosa palabra de Dios.
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