La Orotava, 19/01/2013.
Efe 4:26 Airaos, pero no pequéis: No se ponga el sol
sobre vuestro enojo; (Reina Valera Gómez).
Efe 4:31 Toda
amargura, y enojo, e ira, y gritería, y maledicencia, y toda malicia, sea
quitada de entre vosotros; (RVG).
Sentado a la mesa almorzando con mi familia,
mi hijo mayor de 18 años trajo una pregunta a la conversación sobre una posible
contradicción en los versículos antes
citados, en relación a lo que Pablo dice sobre la ira. ¿Cómo es posible que se
nos diga que podemos airarnos sin pecar y luego que quitemos de nosotros toda
ira y enojo? como expresan claramente los versículos 26 y 31 de Efesios 4. Esto me hizo estudiar este punto con mayor
detenimiento, partiendo de la base y teniendo claro que en la Biblia no hay
contradicción alguna posible ya que como la inspirada y genuina palabra de Dios
es inerrante.
*La ira no es más que una reacción emocional causada por algo que
nos desagrada. En sí misma la ira no es pecado, porque aún Dios puede airarse (Deu 9:8 Y en Horeb provocasteis a ira
a Jehová, y se enojó Jehová contra vosotros para destruiros). En el Antiguo Testamento aparece varias veces
la expresión “la ira de Jehová”: Num 25:4 “…la
ira del furor de Jehová”, Jer 4:8 “…la ira de
Jehová”, Jer 12:13 “…ardiente ira de Jehová”. La
ira santa de Dios es una parte de su juicio contra el pecado, tal como se
ilustra en la ira del Señor cuando limpió el templo (Mat
21:12,13).
A. T. Robertson, en su libro Word Pictures in the New Testament, comenta sobre
el versículo 26 de Efe 4: “muy probablemente significa: en lo que a mí respecta,
ustedes pueden airarse (si no lo pueden evitar), pero no pequen por ese motivo”.
De lo
anterior podemos concluir que Pablo nos
deja claro que es imposible no enojarse, ya que esta en nuestra naturaleza
humana. Pero lo que debemos evitar es lo que podría seguir al enojo un
descontrol y sentimientos que nos llevarán a ofender a Dios con nuestra
actitud.
*He oído
decir que una de cada 35 muertes en la ciudad de Chicago, EEUU, es un
homicidio, y que la mayoría de estos homicidios involucran a parientes y amigos.
Son los que la ley llama crímenes pasionales. Dos amigos comienzan a discutir
(a menudo mientras juegan), y uno de ellos se enoja, toma un arma o cuchillo y
mata a su amigo. Horacio el historiador tenía razón cuando dijo: “La ira es una
locura momentánea”.
Una
mujer trató de excusar su mal temperamento diciendo: Exploto y después me
olvido de todo. – Si – respondió una amiga de ella, -- igual que una escopeta,
pero vea el daño que deja tras de sí.
“Cualquiera
puede enojarse”, escribió Aristóteles. “Pero enojarse con la persona correcta,
en la medida correcta, en el momento correcto, por la causa correcta y del modo
correcto… no es fácil”.
Salomón
tiene una buena solución “La blanda respuesta quita la ira; más la palabra
áspera hace subir el furor” Proverbios 15:1.
*Warren W. Wiersbe “Ricos en Cristo” estudio a la epístola a
los Efesios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario