jueves, 2 de octubre de 2014

Algunos porqués no debemos temer. txt


La Orotava, Tenerife, España.
Lectura: Isaías  41:10; 43:5 no temas porque yo estoy contigo; 41:13 no temas porque yo Jehová soy tu Dios; 43:1  no temas porque yo te redimí, te puse nombre mío eres tu.
   
    En Génesis 3:10 encontramos por primera vez esta palabra temor, así como el origen de ella. Aquí se nos narra , la causa de porque Adán se esconde de la presencia de Dios , leemos: "oí tu voz en el huerto y tuve miedo y me escondí". A partir de ese momento lo que comenzó como una simple desobediencia fue creciendo y transformándose en pecados aun mayores y al aumentar la maldad en la humanidad en esa misma proporción aumentaría el temor y los miedos de las personas.
    Dios nos consuela y nos recuerda a través de su palabra diciéndonos esta tranquilizadora expresión: NO TEMAS. Esta frase la encontramos usada por Dios en el Antiguo Testamento y dicha a varios personajes, he aquí algunos de ellos:
    En el Antiguo Testamento. Abraham:  Gen 15:1 No temas Yo soy tu escudo y tu galardón será grande. Isaac:  Gen 26:24  No temas porque yo estoy contigo. Agar y su hijo:  Gen 21:17  No temas porque Dios ha oído la voz del muchacho. Jacob:  Gen 46:3  No temas en descender a Egipto, porque allí yo haré de ti ... Josué:  Jos 1:9 No temas ni desmayes porque Jehová tu Dios ira contigo...  Jos 8:1 No temas ni desmayes, toma contigo...
Así  como al profeta Isaías:
                     Isa 7:4 No temas ni se turbe tu corazón...
                     10:24 No temas de Asiria...
                      37:6 No temas por las palabras que has oído.
                      40:9 No temas ved aquí al Dios vuestro.
                       41:10 No temas porque yo soy tu Dios.
                       41:13 No temas porque yo Jehová soy tu Dios.
                       41:14 No temas gusano de Jacob
                       43:1 No temas porque yo te redimí.
                       43:5 No temas porque yo estoy contigo.
                       44:2 No temas siervo mío.
                       54:4 No temas pues no serás confundida.
    Daniel:  Dn 10:12 No temas porque... a causa de tus palabras yo he venido.
                     10:19 Y me dijo muy amado, no temas; la paz sea contigo.

    En el Nuevo Testamento, también encontramos este llamado a la tranquilidad:
    José:  Mt 1:20 No temas recibir a Maria por mujer.
    Al principal de la sinagoga: Mr 5:36; Lc 8:50 No temas cree solamente.
    Zacarias: Lc 1:13 no temas porque tu oración ha sido oida.
    Maria: Lc 1:30 el ángel le dijo: Maria, no temas.
    Pedro: Lc 5:10 No temas desde ahora seras pescador de hombres.
    Hija de Sión: Jn 12:15 No temas hija de Sión he aquí tu rey viene montado.
    Pablo: Hch 18:9 El Señor dijo a Pablo...no temas sino habla y no calles.
             Hch 27:23-24 el angel del Señor diciendo: Pablo no temas es necesario.
    Juan: Apc 1:17 No temas yo soy el primero y el ultimo.
    Iglesia de Esmirna: Apc 2:10 No temas en nada lo que vas a padecer.

    Es usada en el A.T. por el mismo Dios para exhortar a los santos de la antigüedad  a ser consolados, pero me llama poderosamente la atención que a la mayoría de ellos solo se les anima una vez a lo sumo un par de veces, en los casos de Josué y Daniel. Pero cuando le toca el turno a Israel este llamado a la animación debe ser repetido en múltiples ocasiones, véase los casos encontrados de Isaías y Jeremías, este principio también lo encontramos en el N.T.

    En el N.T. encontramos en cuatro ocasiones esta frase usada por ángeles para animar a José, Zacarias, María y a Pablo y otras cinco utilizada por el mismo Señor para alentar al principal de la sinagoga a Pedro a Pablo a Juan y a la iglesia de Esmirna. Dios nos dará el ánimo y el consuelo las veces que sean necesarias en nuestras vidas no importa cuantas sean las ocasiones que necesitemos de ella.
    Seguidamente veremos al menos tres porqués el pueblo de Israel no debía temer, estas fueron las palabras dadas al profeta de la boca de Dios mismo.

a.-    No debemos temer porque:  Dios esta con nosotros, dice Dios a su pueblo Israel, en Isa. 41:10 No temas porque yo estoy contigo, no desmayes; y lo reitera una vez mas en el capítulo 43:5 No temas porque yo estoy contigo.
    Israel no debía temer porque Dios había prometido estar con ellos y es que esta expresión no es nueva en el A.T. ya vemos como Dios la usa con Isaac Gen 26:24; con Josué capitulo 1:9. Y es que Dios siempre a querido habitar en medio de su pueblo y para eso ordenó a Moisés la construcción del tabernáculo.
    La presencia de Dios era notoria en medio del campamento en forma de columna de nube durante el día para protegerlos del sol implacable del desierto y de noche contra el frío penetrante una columna de fuego (Exo. 13:21-22). Esto les servía a demás para que su marcha no se detuviera, fuese de día o de noche podían avanzar.
    Pero en los tiempos del profeta Isaías, Dios quería seguir al lado de ellos, pero ellos no querían estar al lado de Dios y se entregaron a la idolatría y a consecuencia de esto el castigo divino llegó con el cautiverio en Babilonia.
    No es casualidad que el Señor usara esta misma expresión en varias ocasiones. En Mat. 18:20: Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos; Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo Mt. 28:20; Jn 14:3 Para que donde yo estoy, vosotros también estéis; en Luc 12:32 No temáis manada pequeña porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino; Jn 17:24 quiero que donde yo estoy estén ellos conmigo;  Hch 18:10 se le dice a Pablo: porque yo estoy contigo y ninguno pondrá sobre ti la mano.
    De modo que cuando Dios está con nosotros somos investidos de ese poder protector que acompañó a Israel por el desierto, ahora la presencia de Dios mora en nosotros y podemos contar con la presencia de Dios en cualquier lugar y a cualquier hora. Lo único es que a veces dejamos al Señor fuera de nuestro entorno tal y como lo hizo la iglesia de Laodicea al que el Señor tiene que decirle: He aquí yo estoy a la puerta y llamo.
    Así que si el temor ha invadido tu vida piensa ¿a que distancia me encuentro de mi Dios? Laodicea tenía al Señor fuera de la puerta de su vida. Si andamos cerca del Señor el ha prometido que no debemos temer por El está con nosotros y hoy podemos decir que esta mucho más cerca, esta en nosotros.
    En los capítulos 40 al 66, el profeta se proyecta hacia mucho mas adelante y ve a Babilonia destruyendo a Jerusalén y a los judíos entrando en cautiverio, esto ocurrió en el año 586 a. C. Pero vio también a Dios perdonando a su pueblo, liberándolos de la cautividad y llevándolos de vuelta a su nación. Solamente cuando nos volvemos a Dios en confesión de pecados, será cuando el temor se alejará de nosotros y su presencia lo llenará todo. Dios les dice a Israel a quién El iba a mirar, leemos en Isa 66:2(b), pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.

b.-    No debemos temer porque: Jehová es nuestro Dios, Dios habla a su pueblo y le dice por boca de su profeta en Isa  41:10 (b) porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré; siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
    Israel conocía a Dios de una manera muy ligera y liviana, habían hecho de su relación con Dios una mera religión, simplemente una profesión de labios. Tal era lo que sentía Dios sobre este asunto que encontramos estas duras palabras tan solo al comenzar este libro, encontramos en el capítulo 1: 12-16, una descripción de lo que Dios pensaba sobre la relación que este pueblo profesaba. Palabras tales como: hollar mis atrios, vana ofrenda, el incienso me es abominación, no lo puedo sufrir, vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecida mi alma; describen claramente el conocimiento que este pueblo tenía de su Dios. Un concepto totalmente desviado del principio de relación que Dios les había dado en sus inicios como nación escogida.  Este pueblo se había acostumbrado a seguir a Dios por la rutina y la banalidad y llegaron a un punto que perdieron la genuina relación que Dios quería con ellos. Honestamente NO conocían al Dios vivo y verdadero.
    Pero a pesar de todo lo anterior, podemos ver la paciencia de un Dios que sin importarle el despropósito de su pueblo le sigue diciendo: NO temas porque yo Jehová soy vuestro Dios. Y viene a mi memoria la fidelidad de Dios hasta nuestros días cuando se nos dice: Aunque nosotros seamos infieles El permanece fiel.
    Israel conocía a Dios por muchos nombres: El, Jehová, Eloím, Adonai, El Shadai, Elohenu; y así tantas definiciones pero no habían llegado al conocimiento pleno que Dios quería tener de ellos, en una estrecha relación personal e intima con su Creador.
    Este terrible ejemplo que nos da Israel debería hacernos pensar de que manera conocemos a Dios? Y no me refiero al conocimiento para salvación, sino el conocimiento cotidiano e intimo que estamos poniendo en práctica cada día en nuestra vida como genuinos hijos o hijas de Dios. Si nos hemos dejado llevar por la rutina religiosa y el ir y venir del estrés cotidiano. Es un buen momento para replantearnos nuestra relación con nuestro Señor y Salvador y recordar que a pesar de todo esto, seguimos escuchando su cálida y tierna voz decirnos No temas porque yo soy tu Dios. No abusemos de la generosidad de Dios para que no suframos las consecuencias de nuestro desvarío.

c.-    No debemos temer porque: Dios es nuestro Creador y Formador. Leemos en el capítulo 43 verso uno Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí;  te puse nombre, mío eres tú.
    Dios les recuerda cuatro cosas a Israel:
1.- Sus Orígenes. Creador tuyo y formador tuyo, dice Dios.
    Dios comienza en este capítulo recordándole a su pueblo lo que ellos ya no recordaban, El se les presenta como su Creador y Formador. Dios había escogido a Abraham un hombre de casi 100 años y ya casi muerto para hacer una nación numerosa y grande que le sirviera y adorara. Pudo haber sido cualquier otra nación, pero no fue este el modo y la manera de hacerlo. De un vientre seco y estéril el Formador creo un pueblo grande.
2.- Su condición de esclavos en Egipto. yo te redimi.
     Pero no solo Israel había olvidado quién lo formó sino de donde los había sacado Dios. El les dice yo te redimí. Y esta palabra tiene un significado muy notable aún en nuestros días. Se refiere a alguien sacado de un mercado y no cualquier mercado, uno de esclavos. Donde Israel era la mercancía que estaba a la venta y Dios en su compasión había liberado a su pueblo.
3.-    Te puse nombre, continua diciéndole.  
    Esta expresión revela el Señorío que Dios ostentaba hacia su pueblo. Adán puso nombre a todos los animales de la creación y a su mujer Eva; y este ejerció dominio sobre ellos. Nabucodonosor en Babilonia lo primero que hizo al recibir a los deportados de Israel entre ellos: Daniel y sus amigos, fue cambiarles el nombre como una señal inequívoca de que ellos habían cambiado de Rey y que este era su nuevo soberano. Dios quería que su pueblo supiera que su Señor era El. Dios cambió el nombre del patriarca Jacob por el de Israel, nombre del pueblo de Dios hasta nuestros días, para que este tuviera presente que solo había un solo Señor sobre ellos.
4.-    La última y no menos importante cosa que Dios les recuerda es que ellos son propiedad de Dios. La expresión mio eres tu lo dice todo. Los problemas de Israel ahora serían problemas de Dios. Los enemigos suyos serian lo de El. Dios mismo se involucraba en la vida y solución de todos los males de la propiedad del Supremo Hacedor, Israel. El que buscare tu vida buscara también la mía, podemos oír a Dios decirle a su pueblo escogido.
    Que preciosa similitud encontramos aquí con el pueblo espiritual de Dios, nosotros su iglesia, que al igual que Israel hemos sido formados y creados desde antes de la fundación del mundo por fe, cuando éramos esclavos del pecado olvidados por todos a la orilla del camino, nuestro buen Samaritano nos sano y libro de nuestra esclavitud. Nos ha dado un nuevo nombre único e intransferible haciéndonos propiedad de El a tal punto que todo lo que nos a queje pasa por sus soberanas manos. Que bendita realidad.
    No nos parecen estas razones suficientes para no temer, dejando de lado nuestras inseguridades y problemas porque el que dijo No temas es el mismo que dijo: el cielo y la tierra pasara pero mis palabras no pasaran.

Esta sección tiene como meta, presentar información oportuna, interesante
 y hasta curiosa  para el conocimiento sobre la Biblia, la poderosa palabra de Dios.
  Si ha sido de provecho compártelo en tus redes sociales, para que otros también sean bendecid

síguenos en:
 tweeter: @heraldo67
 instagram: serginho6767
facebook: maná diario

No hay comentarios:

Publicar un comentario