miércoles, 3 de octubre de 2012

Actitudes ante los retos: David ante Goliat. 2da parte .txt


Actitudes ante los retos.

1.-      RESPONSABILIDAD: DEJAR UNA RESPONSABILIDAD DESASISTIDA POR OTRA NO ES SER RESPONSABLE. 1Sa_17:15  Pero David había ido y vuelto de donde estaba Saúl, para apacentar las ovejas de su padre en Belén.  1Sa_17:20  Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga, como Isaí le había mandado; y llegó a la trinchera al momento que el ejército salía a la batalla dando el grito de guerra.
A veces justificamos el dejar alguna responsabilidad, por el cumplimiento de alguna otra labor, sin preocuparnos porque esta no quede desatendida. David pudiera haberse justificado por haber dejado el rebaño solo, alegando una responsabilidad mayor. En el servicio a Dios no hay responsabilidades pequeñas, el que es fiel en lo poco, en lo mucho será fiel. Nuestra fidelidad será medida por el cumplimiento de las responsabilidades “menores”. Asegurémonos de ser responsables sea cual sea el trabajo que hagamos, no dejando desasistida cualquier función que debamos abandonar temporalmente.
   No era la primera vez que David debía abandonar el rebaño (1Sa 16:19-21), y en cumplimiento de su responsabilidad con el rebaño, tomaría las previsiones de cada caso. Cuantos pastores de hoy día no dan la prioridad que deberían a las ovejas que Dios les ha encomendado, dejando su cuidado a “pastores” que velan solo su vientre o sus egoístas intenciones. Cuidémonos de esta clase de cuidadores. Seamos responsables como David sea cual sea nuestro trabajo para el Señor.
     
2.-        PREVENCIÓN: SER PRECAVIDOS, NO IMPLICA SIEMPRE SER INCREDULOS O FALTOS DE FE 1Sa 17:40  Y tomó su cayado en su mano, y escogió cinco piedras lisas del arroyo, y las puso en el saco pastoril,  en el zurrón que traía,  y tomó su honda en su mano,  y se fue hacia el filisteo. El Señor mandó a sus discípulos a ser prudentes como serpientes Mt.10.16, y es que hay muchos ejemplos sobre este tema, pensemos en José: El le dijo al copero, estando en la cárcel: “Acuérdate de mí cuando estés ante el Faraón”,  ¿acaso no confiaba José en Dios y necesitaba una ayuda?  por la vida que vemos en este hombre nos damos cuenta que no fue así. El mantuvo su convicción e integridad ante la mujer de Potifar, no flaqueó ante la tentación, ¿Por qué lo haría ahora? Así David al tomar cinco piedras, pensó en los otros cuatro hermanos que tenía Goliat (2Sa 21:19-21), una piedra para cada uno; Confiando que Dios le ayudaría en cada caso. El confiaba en su Dios pero estaba haciendo la parte que le correspondía. David fue precavido, sin dejar de confiar en Dios. Justificamos a veces nuestra negligencia en prever los riesgos en nuestra vida cristiana, alegando nuestra confianza y dependencia en Dios, ignorando que prevención y confianza van asociadas entre sí.
     
3.-     ESPIRITUALIDAD: LOS RETOS ESPIRITUALES SE DEBEN LIBRAR CON ARMAS ESPIRITUALES. 1Sa 17:45  Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos,  el Dios de los escuadrones de Israel,  a quien tú has provocado.

Aquella lucha no era personal, David estaba claro que aquello era una batalla que libraría Dios y que él era solo un instrumento divino. Tengamos cuidado con las armas que usamos en las batallas de Dios, utilizando sentimientos personales o favoritismos a la hora de tratar cualquier caso relacionado con algún conflicto entre hermanos o algún ministerio en la obra.  Recordemos que no es nuestras fuerzas o astucia la que nos dará la victoria, sino el poder inmensurable de Dios. Nuestras batallas son espirituales y se luchan con armas espirituales. Es digno de notar que en las armas que Dios nos da (Efe_6), solo hay un arma ofensiva de ataque, y esta es la palabra de Dios, el resto son para defendernos. El único ataque que Dios aprueba, en con la palabra de Dios. David no menciona sus armas para nada, aunque las usaría en contra de Goliat. El menciona a quien representaba y quien pelearía por él. David fue un hombre espiritual y libró batallas espirituales victoriosas. 

Cuidemos nuestra actitud, a la hora de pelear las batallas de Dios, recordando que nuestras luchas son las luchas de aquel que dijo: "No te dejaré ni te desampararé". 

Para ampliar  aún más este tema te invito a que le des un vistazo al siguiente material:

(haz clic sobre el título para abrir).

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