jueves, 31 de octubre de 2013

La llenura del Espíritu Santo . (txt,mp3).



Sta. Cruz 29/09/2013, La Orotava  27/10/2013.

Lectura: Efe 5:17  Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

  La relación de Dios con sus criaturas ha sido de forma gradual y progresiva.
 ·        Dios caminando con.
          Comenzando con  Adán (Gén_3:8  Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día...),  pasando por Enoc (Gén_5:22  Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Gén_5:24  Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios), y siguiendo con Noé (Gén_6:9  Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé). A  causa de nuestros pecados la distancia entre el Dios infinitamente santo y sus criaturas se hizo más distante.

·        Dios habitando en medio.
          Sin embargo Dios no desistió en su afán  de acercarse a la humanidad, pero esta vez lo hizo, escogiendo un pueblo terrenal, llamado Israel. Dios le ordenó a Moisés que le construyese un tabernáculo, donde Él pudiese morar en medio de su pueblo terrenal (Éxo 40:34  Entonces una nube cubrió el tabernáculo de reunión, y la gloria de Jehová llenó el tabernáculo. 35  Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo de reunión, porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba).

·        Dios morando en nosotros.
Y actualmente Dios en su incansable interés de acercarse a todos nosotros ha hecho que su morada se manifieste de la forma más cercana posible. Dándonos de su Espíritu haciéndolo morar en cada uno de aquellos que le hemos recibido como nuestro Salvador personal. (Jn 14:16  Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17  el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros, y e 1Co_3:16 se nos dice: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?).
Y deberíamos preguntarnos: ¿hay acaso una manifestación de interés hacia nosotros, más cercana que Dios more en nosotros? Por su puesto que no lo hay.

  El ejemplo de los vasos y sus contenidos.

     Existen tres (3) condiciones posibles en las vidas de las personas:
1a. Un vaso limpio,  cristalino pero vacío, sin ningún contenido. Y podríamos decir que un vaso vacío sin contenido no sirve para mucho, ya que no está cumpliendo la función para la que fue diseñado, que es ayudarnos a consumir líquidos. Un vaso limpio puede representar a una persona que confía en sus obras, yal vez en su religión. "Yo siempre pienso en Dios y hablo de Dios" diría alguno, así como el pueblo de Israel en los tiempos del Señor: "este pueblo de labios me honra pero su corazón está lejos de mi" (Mat_15:8 ).

2a.  Un vaso limpio, cristalino pero con la diferencia del anterior que en su interior contiene una pastilla. Y en este caso podríamos encontrar a una persona renacida. Cuyos pecados han sido perdonados y como consecuencia de esto, Dios mismo  ha hecho morada en él y  templo del Espíritu Santo. Tal como lo declara el apóstol Pablo en Rom 8:9 "Rom 8:9  Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él". Recordemos el vaso anterior.
Asi que podemos ser salvo siendo morada del Espíritu, pero al mismo tiempo podemos estar causando a la tercera persona de la trinidad situaciones indeseables para El, ya que al espíritu Santo podemos:
                              Mentir:   Hch 5:3  Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
                               Resistir: Hch 7:51  ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.
                               Contristar: Efe 4:30  Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
                               Apagar: 1Ts 5:19  No apaguéis al Espíritu.
                              Afrentar: Heb 10:29  ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

Mentir, resistir, contristar, apagar y afrentar todas estas cosas desagradables que no nos gustan que nos hagan, se la podemos hacer al Espíritu de Dios y aunque parezca asombroso a pesar de todo lo anterior seguir siendo salvos y redimidos de nuestros pecados. Pero carentes de todas las bendiciones que significa tener la llenura del Espíritu.
3er. Un vaso limpio, cristalino pero esta vez el vaso se diferencia del anterior caso en que este tiene un su interior agua pura y limpia. Lo que podía representar a un creyente en la plenitud de la llenura del Espíritu de Dios, en donde el agua nos representa a la bendita palabra divina, la Biblia. Cuando el agua hace contacto con la pastilla esta se impregna de la esencia de la misma.
Así que preguntémonos cuál es mi condición delante de Dios: Un vaso vacío, un vaso con el espíritu de Dios pero sin ninguna manifestación de este o un vaso cuya vida se impregna de la esencia de Dios y cumple así el propósito para el que fue diseñado?

Pero ¿qué significa ser lleno del Espíritu de Dios?
          A menudo hablamos de algo que llena toda la mente de las personas, que influye fuertemente en todo lo que esa persona piensa o hace, Por ejemplo una persona puede estar lleno de: Ira, tristeza, temor, orgullo, celos amor, etc. La Biblia misma usa la palabra "lleno" de la misma forma (Luc 6.11 Los enemigos del Señor se llenaron de furor en su contra. Hch 5:17 se llenaron de celos, al igual que Hch 13:45. Ser lleno de algo por tanto significa estar  bajo su control absoluto.

          Esta verdad se afirma claramente respecto al Espíritu Santo en Efe 5:18”No os embriaguéis con vino, en lo cual hay desenfreno, antes bien sed llenos del Espíritu”. Pablo usó esta analogía porque una persona que se intoxica con alcohol se coloca bajo su influencia o control. De la misma manera un cristiano genuino que se somete a la guía del Espíritu Santo que mora en él se coloca bajo su influencia o control.

Pedro el ejemplo de una vida llena del Espíritu de Dios.
          La vida de este discípulo nos ayuda a comprender el tema de la llenura del Espíritu. Cuando Pedro estaba cerca de su Señor tenía un poder asombroso. Por consiguiente a él le gustaba estar donde estaba su Señor.
          En una ocasión en el mar de Galilea, se vio junto con sus condiscípulos en medio de una tormenta, y en medio de la oscuridad vieron una silueta aparecer. ¡Un fantasma! dijeron. Pero era nada menos que el mismo Señor, y en medio de la confusión Pedro destaca, diciéndole al Señor “si eres tu permite que yo vaya a ti sobre las aguas”. ¿Por qué Pedro no espero que el Señor llegara a la barca? Una tormenta, en medio de un mar embravecido, vientos huracanados que les hacían navegar en círculo impidiéndoles llegar a la orilla. Hay que tener un deseo muy grande de estar con su Señor considerando el panorama anterior. Pedro quería estar cerca de su Señor. Y Pedro es el único discípulo que podría decir que experimentó el haber poder desafiar las leyes de la física, caminando sobre las aguas. Porque Pedro sabía que cuando él estaba cerca de su Señor podía hacer cosas asombrosas.
          En otra ocasión el Señor les pregunta a sus discípulos: “¿qué piensa la gente de mi?” a lo que le respondieron “unos que eres un profeta, otros que eres Juan el bautista”. Y seguidamente les hace otra pregunta, ¿Y vosotros quién decís que soy yo? Esta interrogante fue hecha a todos los discípulos. Y es Pedro el que hace la declaración: “tú eres el Cristo, el Mesías prometido”. Y es que cuando Pedro estaba cerca del Señor, era capaz de pronunciar declaraciones asombrosas y maravillosas como esta. Y él sabía que no era, por sus propios medios decir tal cosa. El mismo Señor se lo confirma: “esto no te lo revelo ni carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo”.
          Pero también vemos a Pedro lleno de valor, esta vez en el huerto de Getsemaní, cuando ante aquella compañía de 500 soldados que fueron junto con los principales de los judíos a prender al Señor, Pedro no se había separado del Señor, siendo el único que desenvainó una espada, estando dispuesto a dar la cara para defender a su Maestro. Porque cuando Pedro estaba cerca de su Señor, era capaz de enfrentarse a cualquier cosa.
          Seguidamente, el Señor fue llevado preso y Pedro fue separado de la persona con quién él quería siempre estar. Y separado del Señor Pedro no valía para nada, podríamos decir que Pedro ya estaba listo para embalsamarlo y enterrarlo y Pedro dejo la buena compañía y la cambió por compañías poco recomendables, ya que él estaba calentándose en el fuego en medio de la noche fría, con aquellos enemigos del divino maestro. Y en medio de este panorama, a Pedro le vemos negar a su Señor en tres ocasiones, tal como su Maestro se lo había advertido.

          Pero el Señor sabía que Pedro separado de su persona nada podía hacer, es por eso que en Jua 14:16 les descubre esta verdad. “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: “. Esa palabra “otro”, hallos en el idioma griego, quiere decir otro con las mismas características iguales que el primero. Así que ni Pedro ni los discípulos ni nosotros estamos solos. Cristo nos ha dejado al Consolador con las mismas características que su persona. Es tanta la similitud de estas dos personas de la trinidad que Pablo las fusiona en una diciendo la frase “el Espíritu de Cristo” en Rom 8.9.

          Tanto los discípulos como nosotros tenemos las mismas ventajas para poder triunfar en cuanto a vivir en la llenura del Espíritu Santo. Tenemos al Consolador “otro” exactamente igual al primero con las mismas características que el anterior. Y es que el Espíritu Santo nos:
                             AyudaRom 8:26  Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
                                Intercede por nosotrosRom 8:26.
                                GuiaGál 5:18  Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
                              AnhelaStg 4:5  ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
          De manera que si esta divina persona que mora en nosotros es capaz de generar todos estos sentimientos, ¿no deberíamos procurar vivir en la llenura de Él?

          Finalmente les dejo con una exhortación que nos hace el Apóstol Pablo, en su carta a los Efesios 5:17 “Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. Recordando que Su voluntad es:

                             Que creamos en Él: Juan 6:40.
                             Que seamos santos: 1Tes 4:3.
                             Que seamos agradecidos: 1Tes 5:18.
                             Que hagamos el bien: 1Ped 2.15.

          Haciendo esto viviremos vidas poderosas, vidas llenas bajo el control de Dios, pudiendo decir lo que Pablo “todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

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