domingo, 7 de abril de 2013

Degradación de las fiestas solemnes a Jehová: txt y mp3




La Orotava, Tenerife, España, 07/04/2013.
Lectura.
Éxo 10:9, …nuestra fiesta solemne a Jehová.
1º Rey 12.33, …fiesta a los hijos de Israel.
Jn 5.1, …fiesta de los Judíos.

    En Israel la relación de estas fiestas con el número siete es evidente y significativa. El día de reposo, o séptimo día, servía como una medida para todas las otras celebraciones festivas (Lev_23:1-3; Nm 28 Gén_9:10; Isa_58:13). Una fiesta marcaba cada séptimo día, cada séptimo mes, cada séptimo año y el año que seguía al lapso de cada 49 años, o sea siete veces siete. Originalmente, las fiestas anuales instituidas en Israel por Moisés fueron cinco, aparte del séptimo día que era el día de reposo semanal. Son estas: 1) la PASCUA (Éxo_12:1-14; Lv 23 Gén_4:5); 2) los Panes sin LEVADURA (Éxo_12:17-20; Lev_23:6-8); 3) PENTECOSTÉS o de las semanas (Éxo_34:22; Lev_23:15; Núm_28:26; Deu_16:10); 4) el DÍA DE EXPIACIÓN (Éxo_30:10-30; Lv 16; Núm_29:7-11); 5) TABERNÁCULOS o Cabañas (Lev_23:34-42; Núm_29:12; Neh_8:18; Jn 7 Gén_2:37).

    Después del cautiverio en Babilonia, los judíos establecieron otras dos fiestas anuales, las cuales se celebran aún. Una es PURIM, establecida en tiempos de la reina ESTER (Est_9:24-32), para conmemorar la liberación de los judíos que estaban condenados a morir según los planes del perverso Amán. La otra es DEDICACIÓN, que se estableció en la época de los Macabeos, para celebrar la restauración del templo y del altar que habían sido profanados por Antíoco Epífanes (1Ma_4:52ss).

    Estas fiestas aludían a acontecimientos importantes en la vida del pueblo, e inculcaban nobles sentimientos patrióticos, sociales y religiosos. La Pascua, por ejemplo, les recordaba la liberación de la esclavitud en Egipto. Todos los hombres, a partir de los doce años, tenían la obligación de asistir al templo de Jerusalén durante la celebración de las tres grandes fiestas: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos (Éxo_23:14-17; Dt 16 Gén_16:17). Nuestro Señor tuvo por costumbre asistir a estas fiestas. Además de estas fiestas anuales había otras como la Fiesta de las Trompetas (Núm_29:1), la de los Novilunios (Núm_10:10; Núm_28:11), el AÑO SABÁTICO (Éx 23 Gén_10:11; Lev_25:2-7) y el año del JUBILEO (Lev_25:8-16; Lev_27:16-25).

    Así  como Dios convocaba a su pueblo Israel a celebrar sus fiestas solemnes, hoy en día el Señor  se presenta donde están dos o tres reunidos en su nombre, allí está El en medio de ellos. Dios nos convoca hoy en día, a reunirnos a orar y traer muestras peticiones a su presencia, así como nos reunimos a adorarle y ocuparnos de bendecir su nombre. Pero también nos reunimos para conmemorar su muerte, Pablo dice Cristo es nuestra pascua la cual ya fue sacrificada por nosotros, y esto lo hacemos por medio de la mesa del Señor cada primer día de la semana.

Degradación de las fiestas solemnes a Jehová.
nuestra fiesta solemne a Jehová.
En Éxodo encontramos a Moisés intercediendo por su pueblo ante el Faraón, muchos de nosotros conocemos ya la historia, y si no pueden leerla antes y después del capítulo 12 de este libro. Uno de los argumentos que alude Moisés ante el rey de Egipto es que ellos deben celebrar fiesta en el desierto a Jehová. Y resaltemos la frase,  nuestra fiesta, se nota claramente el sentido de pertenencia de este líder con estas celebraciones, pero tengamos cuidado con esto. Los Israelitas podían pervertir este sentimiento creyendo que si las celebraciones eran suyas ellos podían hacer lo que les viniera en  gana. Y esto no era lo que Dios quería. Él había dado instrucciones precisas y detalladas sobre cómo debían celebrar cada fiesta solemne, por ejemplo la pascua, DETALLA CADA PASO DE ELLA. Moisés lo tenía muy claro eran sus fiestas para participar de ellas, cumplir fielmente el mandato de Dios en el tiempo, lugar y hora especifica en cada ocasión.
La frase continua solemne a Jehová. No era cualquier cosa participar, la actitud era de suma importancia, debía haber solemnidad, era con el Altísimo con el que se  estaban relacionando. Por eso debían en algunos casos purificarse, abstenerse de alimentos como la levadura, la solemnidad debía estar presente en sus mentes en cada celebración, ya que lo hacían para el Dios solemne.

 …fiesta a los hijos de Israel.
Salomón fue el hombre más sabio que ha existido, hasta que permitió que la idolatría entrase en su casa por medio de sus mujeres, 700 esposas reinas y 300 concubinas. Los Dioses de ellas fueron los dioses de Salomón, el les edificó altares y edificó imágenes dejando de lado los mandamientos del genuino Dios, para complacer a sus mujeres. En este momento de su vida, se gana el castigo de Dios, recibe por boca del profeta una sentencia, su reino sería dividido. Roboan su hijo solo reinaría sobre Judá, dándole el resto de las tribus a un servidor de su padre, Jeroboam. Este hombre Jeroboam, desconoció el consejo de Dios y para mantener al pueblo de su lado, hizo abominación, creando un sacerdocio paralelo, edificando dos becerros de oro, haciendo pecar a Israel, cosa que Dios aborrece como lo era la idolatría.
Las fiestas solemnes a Jehová, pasaron a llamarse solo fiestas a los hijos de Israel. Solo porque un hombre en desmedida ambición le hizo caso a su corazón. 1º Rey 13.33b.

…fiesta de los Judíos.
Y llegamos a los tiempos del N.T. habrían pasado casi 4,000 años después de todo lo anterior, pero las cosas no habían mejorado, por el contrario, lo que para Moisés fue solemne, a los Judíos era una mera rutina. Se olvidaron de traer los mejor a Dios y solo le presentaban lo que le sobraba, la oveja perniquebrada, la vieja la que no les era de provecho. El mismo Señor manifestó su descontento ante esta actitud en el Templo, echando a los cambistas y mercaderes, ya que habían convertido la casa del Dios santo en una cueva de ladrones, Jn 2.14-17. Y todo esto a causa de la falta de celo por preservar los mandamientos dados por Dios. No debemos desviarnos ni un nano milímetro de los planos que Dios nos ha dejado. Hay un ejemplo que ilustra esto muy bien. Cuando una estación espacial calcula la trayectoria de un cohete al espacio, debe ser preciso al grado en  el ángulo de despegue de la tierra, ya que un solo grado de desviación puede alejar de su objetivo centenares de metros de distancia. Tanto mayor es la distancia a alcanzar, mayor podría ser el desatino, tan solo por no considerar una insignificante unidad del cálculo. No escatimemos esfuerzos cuando se trata de preservar, los estatutos establecidos por Dios y aprendamos a diferenciar entre sus enseñanzas y caprichos de hombres que carecen de celo.

Pero al considerar todo lo anterior nos podríamos preguntar y que tiene que ver todo eso con nosotros los creyentes. Tiene que ver y mucho, veamos lo que nos dice Pablo en 1º Cor 5.8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.
La palabra fiesta que se usa aquí, esta atribuida a celebrar un festival, sabemos que un festival es una sucesión de celebraciones de forma continuada. Literalmente se podría traducir guardemos el festival. Si tenemos que guardar algo es porque está en peligro. Debemos ser vigilantes y presentar defensa, como nos recuerda Pedro, ante todo el que demande razón de nosotros.

Ahora en este pasaje no se refiere esta fiesta a la mesa del Señor ni siquiera a la Pascua, Pablo usa un ejemplo para ilustrar que es en cada espacio de mi vida cotidiana que debo celebrar mi fiesta cotidiana en cada día y espacio de mi vida. Hay acaso algo que celebrar en estos días malos en los que vivimos. Claro que si, hemos sido rescatados de nuestra vana manera de vivir, éramos esclavos del pecado y ahora somos hijos herederos de Dios, somos redimidos no con cosa corruptible sino con la preciosa sangre de Cristo, el cual venció la muerte y la maldad, dándonos la victoria. Y si esto nos parece poco, ha prometido volver por su Iglesia para enjugar toda lágrima de nuestros ojos, erradicar el dolor y la angustia de nuestras vidas, llevándonos a la gloria a estar con Él por toda la eternidad. Nos parece esto poco, entonces es porque no le has conocido como tu Salvador y para disfrutar de toda esta gloria debes confesarle con tus labios y creerle con tu corazón.

Esperando siempre que estas líneas nos ayuden a mantenernos firmes y fieles a los mandamientos dejados por Dios en su palabra, la Biblia, para que podamos celebrar la fiesta solemne a Dios en nuestras vidas cada día hasta que el venga por nosotros AMEN.

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